Asterix, uno de los ejercicios de liderazgo de que siempre hablo es del respeto del espacio vital llevándole del ramal. El caballo debe seguirte - detras de la espalda, no a los lados - Te copio la teoría, esperando que te pueda servir.
Es conveniente que el equino siga al manejador guardando una prudente distancia. De manera natural, el subalterno sigue al caudillo, mientras no se de esta situación, noexiste respeto ni liderazgo hacia el humano.
El caballo se debe detener cuando el manejador se detiene, sin atropellarlo ni acercarse demasiado si no se le pide, en otras palabras, sin invadir su espacio vital.
Llamo espacio vital, al lugar que se ocupa, más una zona adyacente que puede variar su dimensión. Para dejar más claro este importante concepto, podemos imaginar al sujeto (humano, caballo, etc.) rodeado de una burbuja de jabón. La burbuja es el límite imaginario de un espacio personal que nadie puede transgredir sin autorización del propietario. Todos los seres vivos poseen una burbuja. Incluso los vegetales requieren de un área mínima donde crecer y realizar sus funciones vitales, como captar la luz, extender sus raices, etc.
Sin embargo, en el caso de la mayoría de los animales superiores, el espacio vital significa más que el simple espacio que se requiere para crecer y moverse, para adquirir un significado especial. Para el hombre, por ejemplo, los lugares tienen un simbolismo que se asocia con experiencias agradables o desagradables; , con la libertad o el confinamiento; con el poder o la falta de él. Buena parte de sus simbolos de poder son espacios, lugares específicos que sólo ocupan los poderosos, los que mandan, los líderes, como las residencias de los madatarios, los tronos de las monarquías, las sillas presidenciales, los palcos especiales, las zonas residenciales, la cabecera de la mesa, etc. Todo ello confiere al humano el "status" que requiere para sentir que manda, que domina.
La relación entre estos simbolismos y nuestra humilde burbuja de jabón, es que mientras más alto se encuentra en la escala jerárquica, de mayor tamaño es la burbuja que posee. Un alto mandatario, rodeado de guardaespaldas tiene una enorme burbuja que porta a todas partes que se desplaza y nadie puede trangredirla sin permiso a distancias menores de 50 o más metros.
Para el hombre de a caballo, el objetivo es establecer una burbuja de regular tamaño en su deredor y reducirla paulatinamente hasta eliminarla en el equino.
La situación que se busca, es que el humano pueda acercarse y entrar en contacto con el caballo en el momento en que lo decida sin inquietarlo, mientras que éste no puede transgredir la del primero sin permiso. Cuando esto ocurre sin existir tensión o temor en ninguno de los dos, se habrá establecido una relación caudillo-subalterno fincada en la confianza y el respeto mutuo, que allana el camino para emprender cualquier actividad como socios voluntarios.
No sólo bajo esta condición se pueden alcanzar los objetivos buscados, pero si es la única forma en que se obtendrán los mejores resultados, los que corresponden a un alto rendimiento.
Pero la burbuja que demarca el límite de tolerancia en los equinos normalmente no se forma por dominio, sino por temor, por lo que es indispensable manejarlos sin intimidarlos. Este caso se hace muy evidente en potros que no han sido manejados y huyen decididamente del humano. Por eso es necesario saber qué tipo de burbuja rodea al caballo, antes de, como mencioné anteriormente, tratar de reducirla y eliminarla.
En el caso de los caballos, el concepto de espacio vital está íntimamente ligado al de liderazgo. El caballo que puede desplazar a otro del lugar que ocupa está manifestando su superioridad jerárquica, mientras que, el que es desplazado, debe buscar un lugar desocupado o desplazar a otro que se ubique en una posición inferior.
También tiene como alternativa esperar a a que el caballo superior desocupe el lugar donde comen, beben o están parados.
En la sociedad equina, el desplazamiento físico de unos caballos por otros es uno de los mecanismos de asignación de jerarquías, en el que participan activamente desde etapas muy tempranas de su vida. Lo hacen en forma de juegos, los caballos no luchan para establecer su liderazgo, es un proceso inocuo que sirve para reconocer mutuamente las capacidades y temperamentos de los integrantes del grupo.
De hecho, la mayoría de los caballos no quieren ser líderes de nadie, pues en su concepto, el caudillo es un auténtico servidor público que lejos de obtener ventajas de su posición, esta lo compromete a procurar el bien común y del más débil, antes que el suyo propio. Esta sircunstancia es verdadera también para el humano, pero sólo mientras logra colocarse a la cabeza, después de eso, con sus honrosasy escazas excepciones, pasa de ser el líder carismático y responsable a ser el tirano calculador, egoísta y despiadado que comunmente conocemos. Pero regresando al caso del caballo, existe una característica más, digna de ser comentada dentro del tema que nos ocupa, y es que esa activa manifestación de dominio entre el grupo, es muy dinámica, manteniendo en continuo cambio la jerarquía de cada integrante.
En una sociedad equina, digamos de diez integrantes, no existe un individuo que juega el rol de líder y nueve que son los subalternos. La estratificación de posiciones son mucho más complejas que en los insectos por ejemplo, donde existen miles de individuos y un máximo de 4 o 5 niveles de dominio. En el caso de los equinos, generalmente, cada individuo ocupa un nivel, es decir, si el grupo es de 10, existen diez diferentes posiciones, pues incluso los integrantes de menor edad establecen relaciones de superioridad sobre otros.
Por desgracia el liderazgo no se obtiene generalmente con sólo desplazar al caballo del lugar que ocupa, sin embargo sí es uno de los controles más importantes en este aspecto.
Es de esperarse que mientras nosotros queremos desplazar al caballo de su lugar, él trata de hacer lo mismo con nosotros. Es el caso en que, cuando lo guiamos con el ronzal, ya sea a pié o montados, el caballo que se considera a sí mismo como dominante sobre nosotros constantemente nos atropella, nos empuja o por lo menos parece no importarle nuestra presencia.
Es aquí donde tiene que ver el primer ejercicio del trabajo pié a tierra y que consiste en explicarle al caballo que tenemos una burbuja que él no debe violar. Sólo podrá acercarse cuando se le pida que lo haga.
Algunos caballos resabiados pueden ser peligrosos si se les da la espalda, así que mientras no se sepa qué tipo estamos manejando, debemos mantenerlo bajo vigilancia constante, observando siempre su actitud cuando reclamamos respeto a nuestro espacio vital.
Esta acción consiste en caminar manteniendo al caballo tras nosotros centrado en nuestra espalda (repito que debemos probar primero si el caballo no tiene actitudes agresivas antes de realizar esta maniobra, sobre todo si es un caballo entero, en cuyo caso, NO SE DEBE REALIZAR ESTE EJERCICIO) cuandos lo considere pertinente, el manejador debe detenerse y permanecer inmovil para observar si el caballo nos empuja o se encima demasiado. Es posible que simplemente trate de pasar de largo junto al manejador sin detener su andar cuando él lo hace. Sea cual fuere su acción, si no se detiene de inmediato justo detrás del manejador, guardando la distancia con la que se le conducía, se le debe exigir que se retire caminando hacia atrás. Hay varias formas de hacerlo:
1.- separando repentinamente los codos del torax, al mismo tiempo que se le reprende con voz autoritaria. Recomiendo emplear la palabra "atrás", para que el caballo la reconozca como señal para recular.
2.- abrir los brazos sacudiéndolos de arriba hacia abajo mientras se está de espaldas al caballo.
3.- caminando hacia atrás mientras el caballo se aleja.
4.- dar tirones del ronzal en dirección a los cascos de sus manos.
5.- voltear nuestro cuerpo para colocarnos frente a él y amenazar con golpear su cara con la palmas de la mano.
6.- golpear su nariz con la palma de la mano.
Como se podrá notar, la acción es cada vez más enérgica y convincente para lograr que el caballo se desplace aunque sea un paso hacia atrás. Obviamente debemos comenzar con el número uno e ir implementando los siguientes estímulos conforme se requiera. No olvidar el principio del MNC de mostrarse tan suave como más se pueda, pero tan firme como sea necesario, comenzando siempre con el estímulo de menor intensidad.
En cuanto el caballo realice el menor movimiento para caminar hacia atrás, se debe suspender todo estímulo quedando inmovil el manejador, pero soltando cuerda para que pueda retroceder a la mayor distancia posible.
En este momento termina la acción y debemos esperar por lo menos 20 segundos antes de acercarnos para acariciarlo afectuosamente en la cara por su favorable respuesta.
Se debe repetir la acción las veces que se necesario (generalmente no más de 5 o 6) hasta lograr que el caballo se aleje por lo menos dos metros.
El siguiente paso es caminar de espaldas hacia el caballo después de detenerse.
Él debe caminar a la par que el manejador, manteniendo la distancia entre los dos.
Se advertirá entonces que cuando se le conduce con el ronzal, debe caminar detrás del lider, a por lo menos medio metro de él, atento a sus movimientos debe detenerse cuando este lo haga sin reducir la distancia en entre ellos y por lo tanto, sin llegar a tocar al manejador, mucho menos empujándolo.
Besos y perdón por el rollo.
Mayca.