El futuro de la doma vaquera está en los aficionados. Cada vez lo tengo más claro.
Estamos en un momento de transición que está durando mucho. Vemos que hay jinetes nuevos y jóvenes que llegan con su visión de la doma vaquera y con mucha ilusión, y que son tratados injustamente por los aficionados que empiezan a comportarse como los ultras del futbol, cegando su vista a todo aquello que no comulga con una cierta tendencia y alabando, a veces sin razón, a los que la siguen.
Por otro lado hay multitud de copias de ciertos jinetes simplemente porque buscan el resultado por encima de todo, sin importar si la doma es la correcta o no. Ejercicios con excesiva preparación en pista, métodos extraños a nuestra doma y mal usados, maltratos al animal de forma invisible, fallos escondidos para que no se vean... Pero como ganan hay que copiarlos.
La forma de cambiar esto debe partir de los aficionados. El aficionado espectador debe aprender y formarse sobre los principios de la equitación en primer lugar, y su aplicación a la doma vaquera. Y el aficionado concursista debe velar por su personalidad a la hora de llevar su forma de hacer las cosas a la competición.
¿Y por qué el aficionado y no el profesional? Porque éste se ve presionado por la necesidad de mostrar resultados a sus posibles clientes y mantener su economía. Depende de estar arriba para criar una fama que le permita, en estos tiempos, mantener una buena cartera de clientes. El aficionado no tiene esa prisa por ganar, ni esa necesidad. Debe hacer las cosas de forma correcta, sin prisas, tomandose su tiempo y el del caballo, y la final, a la larga, llegarán unos resultados mucho mejores. Tanto en doma de verdad como en competición. Es la manera de pasar esta transición haciendo que la doma vaquera evolucione y no involucione.
Que razón tenía Sila en este comentario....