Pues yo discrepo con PSIvaquero. Quizás tenoma una mentalidad un poco anticuada, y me incluyo en ella. Pensamos que tiene mérito llegar con caballos difíciles y que por tanto, eso hay que valorarlo. Sin embargo, lo que tenemos que hacer es competir con los mejores caballos y punto. Si un caballo es difícil, no lo saquemos a pista. Me explico: si yo quiero hacer turf, no voy con un bretón, si lo que quiero es hacer salto, no voy con un shetland; si quiero hacer vaquera necesito un caballo bueno para vaquera, y que me haga las cosas fáciles. Eso sí tiene mérito, porque es difícil saber escoger a priori, y el buen jinete debe hacerlo.
Por otro lado, vemos la dificultad de una forma extraña. El caballo difícil no es el que tiene más clase, el caallo difícil es el que tiene peor físico. Y no me refiero a que sea feo, sino a que su físico no sea el ideal para la doma. He visto, ya que eres psivaquero tomaré tu raza como ejemplo sin generalizar, psi muy guapos, a rabiar, que dicen: tiene una boca mala, pero tiene mucha clase. En realidad el caballo es bajo de agujas y tiene el cuello al revés y el dorso demasiado largo, cualidades que pueden servir para correr pero que dificultan mucho la reunión. De ahí se ve que el caballo no puede con lo que se le pide y se niega. Eso no es caracter, es debilidad física, por eso es una caballo difícil. Otro ejemplo es el de el anterior caballo de Fco de Paula Ortega, ese tan feo. Decían: es un caballo fácil. Y yo miraba el cuello y lo veía complicadísimo. Con ese cuello corto y ancho, que más bien parecía un taco, es casi imposible llevar la cara en su sitio y que no proteste. Pero la llevaba. Tenía merito, pero lo que se debía mirar era su doma, que era buena y punto.
Hace poco un jinete de gran nivel nacional me comentó, dentro de una charla en la que le hablaba de un caballo de estos "con clase pero complicados" que tengo en mi cuadra, Angloárabe al 50% para más señas, que eran caballos del pasado. El futuro necesita caballos con buen cuerpo y fáciles de montar y domar. El resto son ganas de complicarnos la vida.