Anna, no me hagas sonrojarme, jeje. De verdad, no sabía que tuviera temple
Pero gracias por el comentario.
Por cierto, decías que no sabías por qué los caballos tienen ese "nosequé" con los charcos y ríos. Por algún lado leí que, como todos sabemos, lo más preciado para un caballo de su anatomía son las extremidades, y más concretamente, los cascos. Frente a un río o un charco pocas veces ven el fondo; así que mejor no arriesgar lo que te puede salvar la vida, por no conocer cosas como la profundidad, si hay algo peligroso dentro que no vemos, etc.
Para Tato, sin acritud, de una de las "todas": Más de 15 años (espero) llevarás sabiendo escribir, y escribiendo cada día, y sin embargo empiezas muchas frases con minúscula o no las terminas en punto. Así queda demostrado que, por mucha experiencia que tengas en un tema, siempre puedes estar equivocándote.
PD: A mí, los abanicos, para dar aire.
Saludos.