Ahora q estamos en el tema... el domingo pasado, subí a la pista, y me encontré unas barras de cavaletti puestas (de esas elevadas). Y yo tan contenta digo "qué bien!! las voy a pasar!". Mi ninia, siguiendo su forma de ser, cuando las vio a metros de distancia, dijo q por allí no pasaba. No por encima!! Me refiero ya a por las cercanías. Pues bien, estuve 5min, erre q erre, para q pasara. Ese día casualmente no llevaba fusta, aunque si la hubiera llevado tampoco habria servido de mucho, solo para inquietarla más. De verdad... q yo no sé lo q le hicieron a la pobre de potra, pero tiene tantos miedos!! Al final, la única solución fue ir ganando pista poco a poco, con muchísima paciencia. Haciendo la espalda adentro más exagerada y horrorosa q jamás he hecho, acariciándola mucho, y hablándole (no sé bien q le decía) para q se calmara. De repente me encontré al lado de las barras. Le solté las riendas, las olió, les bufó, y las tocó. Pasados un par d minutos de presentación, decidí q ya bastaba, y estuve 10min dando vueltas alrededor de ellas. Al final las aborreció.
No se trata de contarle un cuento chino, se trata de conseguir las cosas sin pegar. Creo q ya dije en una ocasión, q las únicas veces q creo se puede utilizar la fusta como castigo es cuando está en peligro nuestra seguridad, por ejemplo, con un caballo con el vicio de levantarse de manos y no avanzar, o con un caballo q retrocediendo retrocediendo, se puede dar una buena.
Kyko, yo cuando les hablo mientras estoy montando (trabajando), no lo hago para explicarles mis penas, lo hago para q se relajen. Hay animales, q con una voz suave, llegan a relajarse. Esto es lo q pretendo.
Eso sí, lo más importante es no dejarles ganar nunca, pq si ellos ganan una batalla, seguramente, acabaran ganando la guerra.