Ciertamente un caballo anglo-árabe es un animal díficil, con un carácter nervioso y movimientos muy rápidos y desestabilizadores cuando estás encima de ellos. Mi yegua es Hispano-Anglo-árabe, pero su madre era inglesa pura, por lo que en ella predomina está ultima raza, y la verdad es que su doma ha sido complicada, es muy rápida en sus quiebros y movimientos y al principio se asustaba de todo, de mis gestos, de mis acciones (yo era inexperta y no tenía demasiada idea).
Con deciros que ha roto infinidad de cabezadas de cuadra, porque al atarla a algún sitio, se asustaba por algo insignificante y tiraba y tiraba hasta que rompía ramales, cabezadas....
Por eso, el Bola, mucho de ese carácter dependerá de la raza, ahora, si además ha sido maltradado peor lo pones, porque en un animal con ese perfil psicológico, los malos tratos han podido crearle un trauma, yo creo que con mucha suavidad, paciencia y cariño pueden conseguirse resultados, tal y como dice Mayca, porque ellos saben muy bien perdonar. Aún así, preparate para salir volando de la silla alguna vez, porque son tremendamente nerviosos y ágiles.
Por cierto que mi yegua nunca ha sido maltratada, porque yo la compré con tres años y sin domar, y había vivido desde que nació en un pastizal, aún así, su carácter es nervioso y cuando se asusta hace unos quiebros rapidísimos, y al principio, como no nos conociamos ni ella ni yo, pues desconfiaba de mí, naturalmente, pero soy de la opinión de que con tiempo, tiempo y tiempo, se consiguen auténticos milagros con toda clase de criaturas vivientes.
Desafortunadamente, todavía hay mucha gente que emplea métodos brutales para "someter" que no domar, a los animales, les humillan con palizas, haciéndoles pasar hambre, y malos tratos psicológicos, los pobres bichos sufren traumas y cuando caen en manos de buena gente, ésta no sabe qué hacer con ellos, ni ellos tampoco saben muy bien qué hacer.
Si alguna vez cae en vuestras manos el libro de Jack London, titulado "Colmillo Blanco", leedlo, es un ejemplo maravilloso de la amistad entre un animal atormentado por la violencia con que le criaron y un ser humano dispuesto a desafiar a su naturaleza más salvaje, aunque no habla de caballos, puede muy bien ilustrarnos y hacernos comprender muchas cosas interesantes sobre la confianza y el auténtico cariño entre dos seres de especies tan diferentes.
Un saludo.
"En cada momento de nuestras vidas tenemos un pie en el cuento de hadas y otro en el abismo".