La playa es una pasada para montar. Yo, cuando fuí de vacaciones a la República Dominicana, hice una excursión a caballo por la playa.. y nos metimos al agua hasta que al caballo le cubría el cuello. No os podeis imaginar la sensación que tenía de galopar por la orilla, parecía que no podía galopar más deprisa...era de película. Es una experiencia PRECIOSA, muy bonita, especial.
Me gustó mucho. También monté en una excursión por el bosque y la playa el mismo día, y cuando me metí en la orilla, el caballo empezaba con la pata como si fuera a tumbarse... y me mojó..no veas si llega a echarse! Jajaj, fue muy bonito tambien el galope por el bosque, en suspensión, vaya galopazo que tenían los estupendos estos.
Bueno, un saludo!
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El caballo no ha de ser un esclavo que lleva a su amo, sino un bailarín que evoluciona y se desliza con él.