Voy a poner un texto de la revista ECUESTRE Agosto de 1999, que nos puede aclarar un poco el tema de los caballos de los picadores.
?Hasta hace no mucho, concretamente en 1927, el caballo salía al ruedo desnudo, con una montura vaquera y un picador encima, preparado para la embestida. Siempre había otros dos esperando su momento. . . Fueron tiempos de sangre en los que la plaza era un ir y venir de rastras tiradas por mulas que recogían los cuerpos sin vida del toro y del caballo. Primo de Rivera obligó a usar el peto que cubre y protege al caballo de los cuernos endiablados del toro. Por contradictorio que pueda parecer, fueron los propios picadores los primeros detractores del uso del peto.
José Salcedo pertenece a la tercera generación de "los Salcedo" que desde 1929 se encargan de prestar el servicio de caballos y puyas a Las Ventas. Ha nacido entre, bretones, españoles y cruzados. Estas son las tres razas que suelen utilizarse para la faena. "Existe una amplia. gama de razas. Lo importante es que luego respondan en el ruedo. Hay que darse muchas vueltas para encontrar buenos ejemplares. A veces te avisan los tratantes, pero si no, tienes que buscar en las ferias. A mi me habría gustado hacer mi propio cruce para crear un caballo fino, resistente y con nobleza que sirviera para picar y para montura", señala Jose.
En las cuadras de Las Ventas hay trece caballos castrados, todos propiedad de José Salcedo, y ochos mulas que se utilizan en la rastra.
La temporada dura siete meses, de marzo a octubre. Salcedo apunta que "el 31 de octubre nos obligan a dejar libres las instalaciones. Los caballos descansan todo el invierno en una finca que tengo cerca de Perales del Río".
Un caballo para picar puede costar entre 125.000 y 140.000 pesetas,
El riesgo de que no pueda valer entra en el precio porque, como dice el
propietario, "cuando lo compras hay que adecuarlo al trabajo que va a hacer. Se empieza a montar con los aparejos con los que va a salir al ruedo para que aprenda a moverse dentro del peto, Posteriormente se le hace una prueba con un toro a puerta cerrada o en un tentadero y progresivamente se le va exigiendo más",
No hay ninguna empresa que quiera asegurar a los caballos de los picadores por el enorme riesgo que conlleva esta actividad. Cuanto más pesados son los animales, mejor resisten el empujón. Sin embargo, el reglamento vigente de 1992 incluye la limitación de peso que se ha fijado en 650 kilogramos más los 30 que pesa el peto.
No es muy común ver yeguas en las caballerizas de los picadores. Cuando no existía la obligación del uso del peto, se prohibieron para preservar la especie y desde entonces ningún reglamento ha derogado aquella prohibición.
En una plaza de primera no se pueden tener malos caballos. En total pican tres, uno por cuadrilla, aunque hay que tener previstos cuatro y seis para el paseillo.?
Elchache, los utilizan un poco mas de 1 y 2 veces.
?Hasta hace no mucho, concretamente en 1927, el caballo salía al ruedo desnudo, con una montura vaquera y un picador encima, preparado para la embestida. Siempre había otros dos esperando su momento. . . Fueron tiempos de sangre en los que la plaza era un ir y venir de rastras tiradas por mulas que recogían los cuerpos sin vida del toro y del caballo. Primo de Rivera obligó a usar el peto que cubre y protege al caballo de los cuernos endiablados del toro. Por contradictorio que pueda parecer, fueron los propios picadores los primeros detractores del uso del peto.
José Salcedo pertenece a la tercera generación de "los Salcedo" que desde 1929 se encargan de prestar el servicio de caballos y puyas a Las Ventas. Ha nacido entre, bretones, españoles y cruzados. Estas son las tres razas que suelen utilizarse para la faena. "Existe una amplia. gama de razas. Lo importante es que luego respondan en el ruedo. Hay que darse muchas vueltas para encontrar buenos ejemplares. A veces te avisan los tratantes, pero si no, tienes que buscar en las ferias. A mi me habría gustado hacer mi propio cruce para crear un caballo fino, resistente y con nobleza que sirviera para picar y para montura", señala Jose.
En las cuadras de Las Ventas hay trece caballos castrados, todos propiedad de José Salcedo, y ochos mulas que se utilizan en la rastra.
La temporada dura siete meses, de marzo a octubre. Salcedo apunta que "el 31 de octubre nos obligan a dejar libres las instalaciones. Los caballos descansan todo el invierno en una finca que tengo cerca de Perales del Río".
Un caballo para picar puede costar entre 125.000 y 140.000 pesetas,
El riesgo de que no pueda valer entra en el precio porque, como dice el
propietario, "cuando lo compras hay que adecuarlo al trabajo que va a hacer. Se empieza a montar con los aparejos con los que va a salir al ruedo para que aprenda a moverse dentro del peto, Posteriormente se le hace una prueba con un toro a puerta cerrada o en un tentadero y progresivamente se le va exigiendo más",
No hay ninguna empresa que quiera asegurar a los caballos de los picadores por el enorme riesgo que conlleva esta actividad. Cuanto más pesados son los animales, mejor resisten el empujón. Sin embargo, el reglamento vigente de 1992 incluye la limitación de peso que se ha fijado en 650 kilogramos más los 30 que pesa el peto.
No es muy común ver yeguas en las caballerizas de los picadores. Cuando no existía la obligación del uso del peto, se prohibieron para preservar la especie y desde entonces ningún reglamento ha derogado aquella prohibición.
En una plaza de primera no se pueden tener malos caballos. En total pican tres, uno por cuadrilla, aunque hay que tener previstos cuatro y seis para el paseillo.?
Elchache, los utilizan un poco mas de 1 y 2 veces.