No me habléis de clavarse que estoy muy sensible; menos mal que no soy hombre.
Ayer después de montar en serio y de dar las clases, dejé la seriedad aparcada, primero estuve saltando con un caballo de salto de una amiga y claro luego que si corre poco que si no se qué, total que a toda castaña a ver cuanto galopaba.
Así que después hize lo mismo pero con su yegua, que tenía una montura vaquera puesta y claro, mira que me dijo, ten cuidado con la perilla de delante y al saltar, pues no os digo dopnde quedó la perilla.
Ejem, eso si la carrera por el campo contra un árabe cy contra el jaco del salto, la gané yo con la yegua de campo, jejeje.