DIARIO DE UNA HERIDA
El propósito de este material, es tener un seguimiento de un caso extremadamente llamativo de una herida. Para mi propia documentación, y quizás ayuda a alguien en un futuro.
Se trata de un potro de 7 meses.
Supuestamente, el día 11 de octubre se lesiona en la casa de su criador.
No se sabe exactamente que es lo que ha pasado. Supuestamente se ha metido el pie derecho por debajo de la puerta de la cuadra (en un espacio de 10 cm). Aparentemente ha sido un “raspazo” sin importancia.
Sin ningún tipo de tratamiento, tres meses más tarde, el pie presenta una inflamación extrema a lo largo de toda la caña. La inflamación disminuye antes del corvejón y es menos presente antes de la cuartilla. La caña no se distingue por la culpa de la inflamación. Hay una yaga en la parte exterior y otra en la parte interior del pie. Las dos son supurantes. A veces, el pus es de color marón y muy a menudo amarillo.
Durante tres meses, el criador le ha administrado supuestamente una pomada sin identificar. Sin aplicar vendajes.
Un amigo tratante, lo ha comprado al inicio de enero, y le ha hecho curas durante 7 días. El ha experimentado con aplicar azúcar sobre la herida previamente limpia. Parece ser que tejido necrósico se ha eliminado en parte, durante esta semana.
El día 10 yo he comprado el potro en un estado deplorable.
Día 10 de enero:
Empieza el tratamiento. Previamente consultando con un veterinario.
Se le limpia la herida dos veces al día. Para no crear resistencia, se alternan los desinfectantes en el protocolo de limpieza.
Se alterna entre iodo jabonado, clorhexidina diluida en agua y Fairy antibacteriano. Asimismo, se realizan baños calientes con agua salada.
Se administran intramuscularmente 12 ml de penicilina inyectable cada 12 horas. (El potro pesa unos 180 kg.)
12 de enero:
El olor pestilente se ha disminuido notablemente. No obstante, el pus sigue drenando. Se ven con claridad dos orificios de drenaje en la cara exterior del pie. La inflamación sigue considerable. En la zona más inflamada, se alcanza un diámetro de aproximadamente 15 cm. (La caña del pie sano tiene un diámetro de aproximadamente 5 cm)
El potro no cojea.
Ya se le han administrado cuatro dosis de antibiótico. No hay flemón ni dolor evidente en el cuello.
Se ha soltado en el prado con una yegua de vientre y su potro de tres meses. Sweet Could (el nombre del potro) corre alegremente. Su estado general es paradójicamente muy bueno. No parece enfermo. Tampoco presenta fiebre. Tiene apetito, aunque come lentamente.
El propósito de este material, es tener un seguimiento de un caso extremadamente llamativo de una herida. Para mi propia documentación, y quizás ayuda a alguien en un futuro.
Se trata de un potro de 7 meses.
Supuestamente, el día 11 de octubre se lesiona en la casa de su criador.
No se sabe exactamente que es lo que ha pasado. Supuestamente se ha metido el pie derecho por debajo de la puerta de la cuadra (en un espacio de 10 cm). Aparentemente ha sido un “raspazo” sin importancia.
Sin ningún tipo de tratamiento, tres meses más tarde, el pie presenta una inflamación extrema a lo largo de toda la caña. La inflamación disminuye antes del corvejón y es menos presente antes de la cuartilla. La caña no se distingue por la culpa de la inflamación. Hay una yaga en la parte exterior y otra en la parte interior del pie. Las dos son supurantes. A veces, el pus es de color marón y muy a menudo amarillo.
Durante tres meses, el criador le ha administrado supuestamente una pomada sin identificar. Sin aplicar vendajes.
Un amigo tratante, lo ha comprado al inicio de enero, y le ha hecho curas durante 7 días. El ha experimentado con aplicar azúcar sobre la herida previamente limpia. Parece ser que tejido necrósico se ha eliminado en parte, durante esta semana.
El día 10 yo he comprado el potro en un estado deplorable.
Día 10 de enero:
Empieza el tratamiento. Previamente consultando con un veterinario.
Se le limpia la herida dos veces al día. Para no crear resistencia, se alternan los desinfectantes en el protocolo de limpieza.
Se alterna entre iodo jabonado, clorhexidina diluida en agua y Fairy antibacteriano. Asimismo, se realizan baños calientes con agua salada.
Se administran intramuscularmente 12 ml de penicilina inyectable cada 12 horas. (El potro pesa unos 180 kg.)
12 de enero:
El olor pestilente se ha disminuido notablemente. No obstante, el pus sigue drenando. Se ven con claridad dos orificios de drenaje en la cara exterior del pie. La inflamación sigue considerable. En la zona más inflamada, se alcanza un diámetro de aproximadamente 15 cm. (La caña del pie sano tiene un diámetro de aproximadamente 5 cm)
El potro no cojea.
Ya se le han administrado cuatro dosis de antibiótico. No hay flemón ni dolor evidente en el cuello.
Se ha soltado en el prado con una yegua de vientre y su potro de tres meses. Sweet Could (el nombre del potro) corre alegremente. Su estado general es paradójicamente muy bueno. No parece enfermo. Tampoco presenta fiebre. Tiene apetito, aunque come lentamente.