Hola handicap, te pongo un extracto de un estudio sobre la tendinitis( creo que lo guarde de un portal argentino de veterinaria, posiblemente si lo buscas en google lo encuentres, yo me lo guardo en word y es mas extenso y muy interesante).
Responde algunas de tus preguntas iniciales.
"3. TRATAMIENTO
El tratamiento de la tendinitis de flexor superficial puede resultar frustrante, debido a la dificultad de restaurar su función y estructuras previas. Aún si la cicatrización ha ocurrido, la probabilidad de lesionarse nuevamente es alta. La cicatriz tendinosa es muy poco elástica y está altamente predispuesta a sufrir nuevas injurias. Sólo el 20% de los caballos de carreras con tendinitis corre nuevamente dos o más carreras después de la lesión inicial (Watkins, 1999; Ross, 1997).
La selección del tratamiento para la tendinitis del flexor superficial depende de varios factores como la severidad de lesión, la edad y la raza, el tipo de trabajo que realiza y el valor del caballo.
La terapia inicial para la tendinitis aguda frecuentemente es la misma, independientemente del tipo y severidad de la injuria, y está dirigida a reducir la inflamación y el edema. Para ello, se recure a una combinación de medidas tópicas y sistémicas.
En el primer caso, se empleará agua fría tres veces al día durante 10 minutos, por no más de 48 horas, posteriormente se aplicará agua caliente con sulfato de magnesio, luego de los cataplasmas se secará la extremidad con papel absorbente y se aplicará un vendaje. Se recomienda el DMSO por vía tópica, debido a sus propiedades como bloqueador de radicales libres y su actividad anti-inflamatoria (McIlwraith, 2002; Smith y Schramme, 2003).
La terapia anti-inflamatoria sistémica incluirá una dosis única de corticosteroides (Valdéz, 2002; Smith y Schramme, 2003). No se recomiendan más aplicaciones debido al potencial que tienen estos fármacos de inhibir la fibroplasia, la síntesis de colágeno y de glicosaminoglicanos (McIlwraith, 2002; Henninger, 1998). Nunca se aplicarán corticoides directamente al tendón lesionado, ya que esta práctica causa necrosis de las fibras de colágeno, muerte celular y calcificación distrófica, lesiones que pueden ser peores que la propia tendinitis (Valdéz, 2002).
Con frecuencia se recomiendan los anti-inflamatorios no esteroideos como la fenilbutazona. Este fármaco proporciona analgesia y reduce la inflamación intratendinosa. Se suministran 2,2 mg/kg/cada 12 horas/ durante 15 días.
Otros medicamentos que han sido usados en la tendinitis aguda incluyen el ácido hialurónico y los glicosaminoglicanos polisulfatados. Con el primer fármaco se han tenido resultados controversiales. Si bien en la actualidad se admite que no es útil en la tendinitis del flexor superficial cuando se administra por vía perilesional (Valdéz, 2002). Sin embargo, si la lesión tendinosa se encuentra dentro de una vaina sinovial, la aplicación de ácido hialurónico dentro de dicha vaina se asocia con una notoria disminución en la formación de adherencias entre la vaina y el tendón (Henninger, 1998; McIlwraith, 2002; Gaughan, 2003).
Los glicosaminoglicanos polisulfatados también se han utilizado en el tratamiento de la tendinitis aguda. Estos fármacos se han aplicado directamente a la lesión y/o por vía sistémica, al parecer reducen la inflamación y estimulan la síntesis de colágeno. Si bien sus efectos a corto plazo son importantes, a largo plazo los caballos tratados con este fármaco han mostrado un porcentaje de recidiva de la lesión tendinosa igual que los caballos tratados de forma tradicional (Dyson, 1997).
En un estudio de 140 caballos tratados para tendinitis del flexor superficial, se comparó la incidencia la recurrencia entre los animales tratados en forma tradicional (ejercicio controlado), el tratamiento con ácido hialurónico intralesional, glicosaminoglicanos intra lesionales y sistémicos y glicosaminoglicanos sistémicos solamente. En este estudio ningún caballo debía iniciar su programa de ejercicios hasta 12 a 16 meses después de la injuria, dependiendo de la apariencia lesional en la evaluación ultrasónica.
No se observaron diferencias significativas en la incidencia de recurrencias de la lesión entre los caballos tratados tradicionalmente y los animales tratados con ácido hialurónico o glicosaminoglicanos (Dyson, 1997).
El medicamento más promisorio en el tratamiento de la tendinitis aguda es el ß-aminopropionitrilo fumarato (Baptan), recientemente desarrollado. El mecanismo de acción y su participación en el curso del proceso de reparación han sido extensamente debatidos. Para algunos investigadores, este fármaco no acelera el proceso de reparación del tendón lesionado, sino que mejora la calidad del tejido cicatrizal formado. El baptan reduce las fibras de colágeno que se depositan de manera desorganizada durante la fase de cicatrización temprana y favorece la disposición longitudinal de las mismas. El fármaco puede alterar la cicatriz en formación debido a que inhibe la enzima lisil oxidasa, necesaria para la desaminación de la lisina, primer paso importante en la formación de la cicatriz y específicamente en la formación de enlaces cruzados que se establecen entre tejidos conectivos proteicos como el colágeno y la elastina. Esta interrupción en el depósito de puentes cruzados de colágeno durante la fase inicial de la cicatrización, crea una oportunidad de remodelar la cicatriz hacia un estado más fisiológico y funcional ( Reef. y col.,1997; Alves y col., 2001)
El uso de baptan se ha recomendado entre los días 10-30 post injuria. Se aplican 7-8 mg directamente a la lesión, cada 48 horas durante 10 días. Es muy importante combinar esta terapia con un programa de ejercicios controlados (caminatas de la mano).
En un estudio de 99 caballos tratados para tendinitis del flexor superficial con baptan, se establecieron los siguientes criterios para evaluar la eficacia del fármaco. Si el animal retornaba a las carreras y terminaba al menos 5 de ellas dentro de los 2,5 años siguientes al tratamiento, se consideraba un tratamiento exitoso. Un tratamiento parcialmente exitoso se consideraba cuando el caballo retornaba a las carreras pero terminaba menos de 5 dentro de los siguientes 2,5 años de la terapia. En el seguimiento a largo plazo de estos 99 caballos se encontró que los animales a los cuales se les aplicó baptan retornaban a las carreras y eran capaces de terminar al menos 5, sin sufrir nuevas lesiones del tendón tratado (McIlwrait, 2002). Se tendrá en cuenta que el porcentaje de recidiva de la tendinitis en los animales tratados en forma concervadora es hasta del 48%, cuando retornan a las carreras (Hawkins y Ross, 1995).
Una parte importante en el tratamiento de la tendinitis aguda es el descanso. Generalmente se recomiendan de 2-4 semanas de reposo en el establo luego de la injuria, este período permite la resolución de la fase inflamatoria y el inicio del proceso de reparación. Luego de este período inicial de descanso, pueden iniciarse las caminatas cortas llevando al caballo, lo que favorece que las fibras de colágeno se alinien en forma paralela. Si el monitoreo con ultrasonidos indica que la cicatrización es satisfactoria, el animal puede hacer algunos ejercicios a la cuerda 2-3 veces por semana durante 5-10 minutos. El entrenamiento no será reasumido antes de los 6 meses o más, especialmente si existen lesiones cavitadas dentro del tendón o se espera que el animal retorne a las carreras.
Basados sobre el seguimiento ecográfico y la experiencia clínica, se ha descrito un estudio de 2800 caballos con injurias tendinosas y/o de ligamentos. El protocolo de rehabilitación propuesto en dicho estudio recomienda caminatas de 15 minutos/día desde el primer mes, incrementando 15 minutos/día cada mes, sin sobrepasar los 40-60 minutos diarios. Sólo se permitieron paseos con jinete de 20 minutos en los casos leves, y no antes del tercer mes. Los casos exitosos requirieron de 8-9 meses de rehabilitación antes de retornar al trabajo previo que hacía el animal (Gillis, 1997).
4. CONCLUSIONES
Existen diversos tratamientos para abordar el manejo de la tendinitis equina. Reposo, terapia física, ejercicio controlado, anti-inflamatorios, ß-aminopropionitril fumarato y algunas técnicas quirúrgicas, hacen parte del arsenal terapéutico. Cuando se aplican en el momento adecuado suelen brindar resultados satisfactorios, si bien el porcentaje de recidivas sigue siendo alto, sobre todo en caballos de carreras."