Conseguido.
Bueno, tengo buenas noticias. Ya he empezado de nuevo con el galope. En la última clase del mes de junio, mi profesora me dijo que me dejaría de insistir con el tema y que yo lo intentara sacar cuando me sintiera con fuerza, igual que lo hice la primera vez. Eso con Sherkan.
En julio, he pedido cambio de caballo a uno cedido a las clases, no pertenece al club. Llevo días observándolo y es un caballo muy tranquilo. Una chica que lo monta me comentó que era muy cómodo y que, aunque al principio le cuesta un poco, una vez le exiges, no hace falta andar recordándole cada poco lo que quieres. Se llama Dartañán.
Para montarlo, si los propietarios están presentes, hay que saber que no lo van a sacar ellos, sino, queda libre. Me han dejado comenzar el mes con él y debo decir que es el caballo más cómodo que he sentido jamás entre mis piernas. La silla que lleva es de salto, se me hacía un tanto incómoda al principio y me roza bastante el pantalón pero me da igual, ya encontraré la forma en que eso deje de pasar. El trote que tiene es maravilloso, no es necesario ni levantar el culo pues es como estar en un sillón. Efectivamente, necesita ver la fusta para animarse pero, una vez la ha visto, puedes trabajar perfectamente con las piernas y responde rápido.
La primera clase con él, me sentí muy segura y decidí probar. Estábamos montando sólo dos personas y, en ese momento, yo iba por libre en el picadero así que, en una de las esquinas, lo saqué y estupendo. Cuando el otro jinete se marchó, mi profesora se quedó un poco más conmigo, pidiéndome el galope en recto siempre, y lo saqué cada vez que me lo decía.
Ayer me lo asignaron otra vez y, de nuevo, saqué el galope al pedírmelo, con más compañeros en clase, y ya no sólo en recto sino que fui capaz de dar un par de vueltas al picadero completo.
Me resulta tan cómodo que puedo olvidarme de estar demasiado pendiente de él para fijarme en lo que yo hago.
El primer día me desequilibré en la montura y me fui de lado pero pude volver a colocarme, sin bajar al trote, y no me caí. También me corregí la postura pues me noté muy inclinada por la sensación de miedo, respiré, me relajé y me senté recta.
Ayer estuve fijándome que ya no suelto la cadera como antes sino que voy un poco rígida, también intenté relajar eso, y tengo que trabajar mucho con las curvas pues no tengo muy clara la postura para acompañar al caballo ya que, al ser siempre los puntos en los que me he caído, al llegar a ellas me tenso y creo que dejo de ir al compás.
En cierto momento perdí los estribos pero no bajé a trote porque podía seguir perfectamente un poco más, eso hice. Tengo que trabajar mucho las piernas y en ello me voy a poner desde ya, sino no me atreveré a galopar con otro caballo.
Estoy feliz por haberlo logrado, ahora sólo tengo que avanzar un poco más. He aumentado las clases durante julio porque va poca gente y, ya que en agosto cierran, aprovechar lo que pueda. Los propietarios de Dartañán dicen que lo quieren vender porque su hija quiere comprar otro caballo de mayor nivel. Ojalá se lo queden en el club ya que se usa mucho en las clases, lástima que no me pille a mí en el momento de poder comprarlo. Sino, espero que aún le quede una temporada con nosotros porque, si no es por él, no sé cómo lo hubiera logrado
Y gracias a todos por vuestros consejos, ya os iré contando.
¡¡Un abrazo a todos!!
Bueno, tengo buenas noticias. Ya he empezado de nuevo con el galope. En la última clase del mes de junio, mi profesora me dijo que me dejaría de insistir con el tema y que yo lo intentara sacar cuando me sintiera con fuerza, igual que lo hice la primera vez. Eso con Sherkan.
En julio, he pedido cambio de caballo a uno cedido a las clases, no pertenece al club. Llevo días observándolo y es un caballo muy tranquilo. Una chica que lo monta me comentó que era muy cómodo y que, aunque al principio le cuesta un poco, una vez le exiges, no hace falta andar recordándole cada poco lo que quieres. Se llama Dartañán.
Para montarlo, si los propietarios están presentes, hay que saber que no lo van a sacar ellos, sino, queda libre. Me han dejado comenzar el mes con él y debo decir que es el caballo más cómodo que he sentido jamás entre mis piernas. La silla que lleva es de salto, se me hacía un tanto incómoda al principio y me roza bastante el pantalón pero me da igual, ya encontraré la forma en que eso deje de pasar. El trote que tiene es maravilloso, no es necesario ni levantar el culo pues es como estar en un sillón. Efectivamente, necesita ver la fusta para animarse pero, una vez la ha visto, puedes trabajar perfectamente con las piernas y responde rápido.
La primera clase con él, me sentí muy segura y decidí probar. Estábamos montando sólo dos personas y, en ese momento, yo iba por libre en el picadero así que, en una de las esquinas, lo saqué y estupendo. Cuando el otro jinete se marchó, mi profesora se quedó un poco más conmigo, pidiéndome el galope en recto siempre, y lo saqué cada vez que me lo decía.
Ayer me lo asignaron otra vez y, de nuevo, saqué el galope al pedírmelo, con más compañeros en clase, y ya no sólo en recto sino que fui capaz de dar un par de vueltas al picadero completo.
Me resulta tan cómodo que puedo olvidarme de estar demasiado pendiente de él para fijarme en lo que yo hago.
El primer día me desequilibré en la montura y me fui de lado pero pude volver a colocarme, sin bajar al trote, y no me caí. También me corregí la postura pues me noté muy inclinada por la sensación de miedo, respiré, me relajé y me senté recta.
Ayer estuve fijándome que ya no suelto la cadera como antes sino que voy un poco rígida, también intenté relajar eso, y tengo que trabajar mucho con las curvas pues no tengo muy clara la postura para acompañar al caballo ya que, al ser siempre los puntos en los que me he caído, al llegar a ellas me tenso y creo que dejo de ir al compás.
En cierto momento perdí los estribos pero no bajé a trote porque podía seguir perfectamente un poco más, eso hice. Tengo que trabajar mucho las piernas y en ello me voy a poner desde ya, sino no me atreveré a galopar con otro caballo.
Estoy feliz por haberlo logrado, ahora sólo tengo que avanzar un poco más. He aumentado las clases durante julio porque va poca gente y, ya que en agosto cierran, aprovechar lo que pueda. Los propietarios de Dartañán dicen que lo quieren vender porque su hija quiere comprar otro caballo de mayor nivel. Ojalá se lo queden en el club ya que se usa mucho en las clases, lástima que no me pille a mí en el momento de poder comprarlo. Sino, espero que aún le quede una temporada con nosotros porque, si no es por él, no sé cómo lo hubiera logrado
Y gracias a todos por vuestros consejos, ya os iré contando.
¡¡Un abrazo a todos!!