A mi me daban mucho miedo las sillas, me he caido varias veces pero afortunadamente sin consecuencias, pero una de ellas fué al principio de salir al campo, con un caballo genial muy ágil rápido y... al iniciar el galopito corto (que me encanta), la cincha se aflojó, me apoyé en el estribo para poder frenar a "Gitano", se me rompió la ación y ... caí bajo las patas del caballo, "Gitano"... un cielo, pegó un salto tremendo para esquivarme pero yo adopté una histeria mas que exagerada a la hora de poner la silla, revisar aciones, etc, y confieso que me daban sudores al subirme al caballo... si ¡hasta actualicé mi seguro! y desde entonce siempre montó con casco (entonces no lo hacía).
Tardó en pasarse, ya no actúo como una histérica pero confieso que miro y remiro antes de subir, sin embargo la actuación de Gitano que llenó de afecto hacia él, en ese momento volví al centro, cambié la ación, salve mi orgullo y volví asubirme, al llegar al punto fatídicio, se negaba a pasar ¡son geniales!
La paciencia es, en el hombre, el testimonio de su sabiduría (Rey Salomón)