¡Hola Nina! Bien sé yo lo que es pasarlas canutas en el campo con un potro. ¡A mí me lo vas a decir! Aunque yo tengo la suerte de que donde yo voy no me desaniman de esa forma. Precisamente lo que más necesitas es ánimo y un buen consejo, no que te hundan. Yo también creo que lo más importante es tratar de mantener la calma y ponerte en tu sitio. Que sepa quién manda, aunque lo de pegarle... no sé... a mí tampoco me gusta mucho. Un entrenador de aquí me dijo un día que mi potro no quería pasar po un lado de la pista, saltaba a un lado y trataba de alejarse de ese lugar, que no se puede pelear con el caballo, sino engañarle, o engatusarle o como prefieras llamarlo. Me dijo: hazle trotar en círculos cada vez más grandes hasta que después de un rato se olvide de lo que le asusta y pase. Y funciona. Lo que dice Oscar de darle cuerda me parece más lógico. A mi potro una vez que también estaba tonto y, me estaba cogiendo la medida como digo yo, lo cogió el dueño de la cuadra y le hizo sudar la gota gorda a la cuerda. Y no quería trabajar, pero lo puso en su lugar, siendo inflexible con él para que no piense que puede conseguir lo que quiere poniéndose tonto. Se quedó como una seda. Y no le pegó ni nada de eso. Sólo lo hizo trabajar. Yo también hago lo que dice Sue. No salgo nunca sola y procuro ir en grupos de una, dos o tres personas y con caballos más tranquilos. ¡Y no te desanimes! Que no pasa nada, que de todo se aprende y si tu potro es joven como el mío, te digo lo que me dicen los entrenadores a mí: disciplina, paciencia y mucho trabajo con él. Ya verás que poco a poco vais aprendiendo los dos.