Yo, si quiero hacer con el algo en libertad, siempre es dentro del cercado. Cuando está en el prado la única interacción que tenemos es basicamente pasarle una cuerda por el cuello y llevarlo a donde sea.
Si se acerca sumiso y tranquilo, pues lo rasco un poco y le pongo la cuerda.
Si se acerca altivo y dominante, recula al acercarme, revolotea a mi alrededor, etc. Con mucha calma me pongo a hacer cualquier otra cosa y de forma sibilina voy preparando un embudo de cinta de pastor hacia el cercado (ya lo tengo preparado, y es mover tres varillas). Es facil engañarlo para que entre, y una vez dentro en diez segundos ya entiende la jugada, despues hacemos unos ejercicios de relajación, y ya cuando el caballo está como si hubiera tomado 50 valium, pues se hace lo que venía a hacer....
Ojo, no se trata de cansarlo dando vueltas, ni cabrearloo asustarlo con amenazas ni agresividad, porque se pone más tenso... Se trata de, con mucha calma y serenidad, pero firmeza, hacerle entender que cuando él va, nosotros volvemos, que nos anticipamos a sus pensamientos, nunca se zafa y no está cómodo..., se nota en sus ojos que alucina cuando nos ve adivinar el futuro, cosa que para nosotros es relativamente facil, y que en definitiva nuestra actitud hace que le apetezca hacernos caso de guays que somos... en ese momento se le tiende la mano, rasca y se da muuuucha comodidad y seguridad.
Siempre que me subo, el caballo tiene que estar preparado, cuello flexible, dejar bajar la cabeza hasta dar con el suelo, dejar poner el sudadero en la cabeza tapando los ojos, etc, etc.
Ensillar un caballo tenso, para mi es perder el tiempo. Vale más relajarlo y si no da tiempo a montar, cuando esté totalmente relajado, soltarlo y largarse sabiendo que se ha hecho una buena labor.
Montar un caballo que se queda como una estatua durante el tiempo necesario antes de mover una pata, no tiene precio. Salir de casa con un caballo retrotado, dice muy poco del jinete que lleva encima.
Todo esto no viene a cuento del tema, pero bueno, ahora ya no lo borro que gasté mucho boli...
Si se acerca sumiso y tranquilo, pues lo rasco un poco y le pongo la cuerda.
Si se acerca altivo y dominante, recula al acercarme, revolotea a mi alrededor, etc. Con mucha calma me pongo a hacer cualquier otra cosa y de forma sibilina voy preparando un embudo de cinta de pastor hacia el cercado (ya lo tengo preparado, y es mover tres varillas). Es facil engañarlo para que entre, y una vez dentro en diez segundos ya entiende la jugada, despues hacemos unos ejercicios de relajación, y ya cuando el caballo está como si hubiera tomado 50 valium, pues se hace lo que venía a hacer....
Ojo, no se trata de cansarlo dando vueltas, ni cabrearloo asustarlo con amenazas ni agresividad, porque se pone más tenso... Se trata de, con mucha calma y serenidad, pero firmeza, hacerle entender que cuando él va, nosotros volvemos, que nos anticipamos a sus pensamientos, nunca se zafa y no está cómodo..., se nota en sus ojos que alucina cuando nos ve adivinar el futuro, cosa que para nosotros es relativamente facil, y que en definitiva nuestra actitud hace que le apetezca hacernos caso de guays que somos... en ese momento se le tiende la mano, rasca y se da muuuucha comodidad y seguridad.
Siempre que me subo, el caballo tiene que estar preparado, cuello flexible, dejar bajar la cabeza hasta dar con el suelo, dejar poner el sudadero en la cabeza tapando los ojos, etc, etc.
Ensillar un caballo tenso, para mi es perder el tiempo. Vale más relajarlo y si no da tiempo a montar, cuando esté totalmente relajado, soltarlo y largarse sabiendo que se ha hecho una buena labor.
Montar un caballo que se queda como una estatua durante el tiempo necesario antes de mover una pata, no tiene precio. Salir de casa con un caballo retrotado, dice muy poco del jinete que lleva encima.
Todo esto no viene a cuento del tema, pero bueno, ahora ya no lo borro que gasté mucho boli...