Este tema, imagino que ya se habrá comentado muchas veces: la preñez de las yeguas y las posibles complicaciones a la hora de parir.
En mis cuadras, ayer sin ir más lejos, una de las yeguas (jóven y fuerte) tuvo un parto muy difícil y largo, y como consecuencia la potrilla murió a los pocos minutos de nacer, además de eso, la yegua ha quedado totalmente desgarrada interior y exteriormente, con lo que habrá que esperar unos meses para poder coserla.
La verdad es que te dás cuenta de que "parir" es duro y difícil para todo bicho viviente, y que la vida, a pesar de estar aliada con los seres más grandes y fuertes, también es muy frágil para ellos.
Lo normal es que no ocurra nada, y que todo vaya más o menos sobre ruedas, pero a veces se alían un montón de factores negativos y las cosas salen mal desde el principio. Mi yegua tuvo un parto muy fácil y la potrilla nació completamente sana, pero a la hora de destetarla la madre sufrió un mal drenaje de líquidos y se quedó coja temporalmente, la leche y demás parece ser que acabarón en la extremidad izquierda, con la consiguiente hinchazón y dolor.
Escribo ésto porque me parece que, aunque todos sabemos los riesgos, a veces no calibramos las consecuencias, es precioso ver a los potrillos recien nacidos luchando por ponerse en pie y retando a la muerte, pero también es verdad que cuando la historia no tiene un final feliz, queda un sabor amargo en el alma y una sensación de derrota dificil de olvidar, a pesar de todo, es hermosísimo contemplar los pequeños retoños, aunque la imagen de mi día, es la de la yegua sola en la cuadra, dolorida y cansada y sin nadie a quien alimentar ni cuidar.
Hoy más que nunca, soy consciente de lo delicada que es la vida, aún así, está claro que todos seguiremos apostando por ella.
Un beso a tod@s
Isobella.
"En cada momento de nuestra vida tenemos un pie en el cuento de hadas y otro en el abismo"
En mis cuadras, ayer sin ir más lejos, una de las yeguas (jóven y fuerte) tuvo un parto muy difícil y largo, y como consecuencia la potrilla murió a los pocos minutos de nacer, además de eso, la yegua ha quedado totalmente desgarrada interior y exteriormente, con lo que habrá que esperar unos meses para poder coserla.
La verdad es que te dás cuenta de que "parir" es duro y difícil para todo bicho viviente, y que la vida, a pesar de estar aliada con los seres más grandes y fuertes, también es muy frágil para ellos.
Lo normal es que no ocurra nada, y que todo vaya más o menos sobre ruedas, pero a veces se alían un montón de factores negativos y las cosas salen mal desde el principio. Mi yegua tuvo un parto muy fácil y la potrilla nació completamente sana, pero a la hora de destetarla la madre sufrió un mal drenaje de líquidos y se quedó coja temporalmente, la leche y demás parece ser que acabarón en la extremidad izquierda, con la consiguiente hinchazón y dolor.
Escribo ésto porque me parece que, aunque todos sabemos los riesgos, a veces no calibramos las consecuencias, es precioso ver a los potrillos recien nacidos luchando por ponerse en pie y retando a la muerte, pero también es verdad que cuando la historia no tiene un final feliz, queda un sabor amargo en el alma y una sensación de derrota dificil de olvidar, a pesar de todo, es hermosísimo contemplar los pequeños retoños, aunque la imagen de mi día, es la de la yegua sola en la cuadra, dolorida y cansada y sin nadie a quien alimentar ni cuidar.
Hoy más que nunca, soy consciente de lo delicada que es la vida, aún así, está claro que todos seguiremos apostando por ella.
Un beso a tod@s
Isobella.
"En cada momento de nuestra vida tenemos un pie en el cuento de hadas y otro en el abismo"