Esto que ha escrito Stratego es lo más inteligente que he visto en mucho tiempo en este foro. Es como cuando ves un caballo en pista, compitiendo a nivel internacional y lo sacas de la pista y... no sabes ni pasear, se asusta hasta de su sombra, y no respeta al jinte porque éste no se ha erigido en su lider. Es un caballo de ocmpetición, pero ha dejado de ser un caballo. Luego hay otros que compiten y además siguen siendo caballos en toda su dimensión. Eso mismo pasa con los aprendices de jinte. Ven el mundo de l acompetición antes ue el hecho de montar a caballo, y se olvidan de disfrutar de su caballito porque su trote no extiende lo que debería, o su contacto es irregular. De lo que tendría que preocuparse un jinte es de disfrutar su caballo, de vez en cuando pasar de la pista y demás y salir al campo a reirse del mundo y sus problemas a lomos de su caballo, y a aprender que antes que una herramienta de competición, es un compañero y que el día que no le sirva para competir, actue en consecuencia con lo que le ha dado y lo que es capaz aun de darle, y no sacrificar una relación como esa porque ya no puede ocmpetir con ese caballo y hay que cambiarlo por un buen competidor, como si en vez de un niño fuse el presidente del real madrid fivhndo y vendiendo jugadores. He visto niños que no han escuchado en su vida nada de competición, que se montan cuando pueden, y que arrastran carrillos d eestiercol con más peso que ellos. Y lo felices que son cuando salen al campo a pasear y de vez en cuando echan unos galopes por donde les apetece sin pensar en el contacto, en la impulsión o en el equilibrio y, sin darse cuenta, están aprendiendo a usarlo y a mejorar siempre el caballo que tienen que seguramente tendrá mas de 15 años y mil cruces, pero no por ello no tienen margen de mejora. Solo les falta alguien con confianza en ellos y esos son esos pequeños jinetes con mayusculas que no se fijan en la competición más que como una parte más de su afición.
Eso mismo también pasa con los futbolistas, a todos les gustaría jugar en primera pero pero en realidad lo que desean por encima de3 todo es jugar aunque sea en la calle con un banco de portería y corriendo a esconderse cuando rompen el cristal de una farola de un pelotazo. Quizás lo que ocurre en general, ya no solo en la equitación, es que la espontaneidad de los ninños se va poerdiendo porque cada vez se juega menos en la calle, sea a la pelota, o sea con su caballo.
Eso mismo también pasa con los futbolistas, a todos les gustaría jugar en primera pero pero en realidad lo que desean por encima de3 todo es jugar aunque sea en la calle con un banco de portería y corriendo a esconderse cuando rompen el cristal de una farola de un pelotazo. Quizás lo que ocurre en general, ya no solo en la equitación, es que la espontaneidad de los ninños se va poerdiendo porque cada vez se juega menos en la calle, sea a la pelota, o sea con su caballo.