bueno, efecitivamente cada maestrillo tiene su librillo y todo es perfectamente respetable.
Mi yegua ha sido campeona de "romper ramales, ronzales y cabezadas varias", cuando estaba sin domar, era su deporte favorito, la atabas a cualquier sitio y su objetivo era tirar hasta quedar libre, ¿Como se logró quitarle la mania?, con paciencia, mucha paciencia, a base de atarla y acostumbrarla a que no le pasaría nada, me llevé algún que otro tirón en las manos pero al final se consigue. Hoy es el día que como se asuste por algo, vuelve a tirar salvajemente, pero ya no es lo mismo y eso forma parte de su naturaleza.
A la potrilla, se la ha acostumbrado desde el primer mes de vida a llevarla con la cabezada, a manejarla con el ramal y a atarla al lado de la madre mientras se las cepillaba, se las manejaban las patas, etc... Y no ha dado ningún problema, ahora se está tan quieta como su madre y ya tiene siete meses.
He llegado a la conclusión de que todos los seres vivos "aprenden", que todo es cuestión de educación, que es mejor empezar pronto que tarde, pero que nunca es demasiado tarde y que si se les acostumbra desde el principio, luego no dán ningún problema.
Mi truco con la potra ha sido colocarla siempre al lado de su madre, y que ella "observe" como algo normal el manejo de la yegua, primero manejaba a la madre y después a ella, y como los potros son unos imitadores excelentes, pues "prueba superada"!!!!, al menos por el momento.
Un saludo.
Isobella.
"En cada momento de nuestra vida tenemos un pie en el cuento de hadas y otro en el abismo"