Desde luego que el carácter es súper importante, pero los estímulos que ellos tienen que ver como normales también. No puedes tener un caballo al que se le supone "domado" y que se asuste de todo...eso para mí es estar adiestrado y tener talento efectivamente para ejecutar ejercicios y determinados movimientos, pero con todos mis respetos...no está domado.
Desde mi experiencia yo crío los potros sueltos junto con yeguas y caballos castrados en cercas amplias (3-4 ha). Cada 4 meses desde su destete los recojo unos días en cuadra, generalmente una semana como mucho cada vez. Esto supone que cuando cumplen los 3,5- 4 años han estado ya en cuadra unas diez veces y no recoges un toro bravo del campo. Hay potros que son tan buena gente y tan confiados que no les "hace falta" nada de esto, desde el primer momento están tranquilos, obedientes...pero más vale prevenir
Lo que hago durante estas días es: pongo y quito cabezadas 20 veces, manta, orejeras, caretas, protectores, cojo manos-pies, cepillo, lo paseo infinito del ramal, entre coches, tractores, me subo y bajo del escalón y salto a su lado, ducha, lo amarro media horita a la argolla mientras saco y muevo otros caballos. O lo tengo cogido del ramal a mi lado mientras me como un bocadillo o leo. Y también pongo música, a veces alta, porque a lo largo de su vida va a estar en sitios con música alta. También entro mucho y salgo de donde están los otros caballos y me lo llevo lejos, que vea que yo soy su "madrina". A partir de los tres años ya les voy ensillando subiendo y bajando esporádicamente pero no empiezo a "montar" hasta los 3,5 - 4 años.
Cosas que suelo hacer también habitualmente es tener los perros sueltos (que corren por alli, pero no acosan a los caballos nunca), para que se acostumbre a ladridos y animales que salen corriendo a su lado, y pongo cosas por la pista: sacos, mangueras, cubos, mientras los llevo del ramal.
En fin, que cuando llegue la hora de subirme no tenga que preocuparme (en exceso) porque algo le soprenda de golpe