Hola a todos
soy nueva en este foro y me gustaria compartir con gente que ama el mundo de los caballos mi experiencia: ahora tengo 34 años, un marido, una empresa de organización de eventos, 2 hijos pequeños y una perra boxer llamada Lola. Con 7 años monté a caballo la primera vez y no lo dejé hasta que termine la universidad. Después solo montaba cuando algun amigo con caballos me invitaba (1-2 veces al año). Pues bien, hace 4 meses, me ofrecieron hacerme cargo de dos caballos, una yegua torda y de su potro de 2 años.
Lo primero que hice fué ir a verlos a ver en que estado se encontraban y me citaron en una residencia de perros de caza (pobres, solo salian de alli para cazar!), y en una parcela de arena estaban los caballos, una yegua torda y un potro con la capa oscura de futuro tordo a su lado, los dos estaban en un estado lamentable: flacos, sucios y solos. Pero bajo ese aspecto de pobres animales se notaba que eran buenos caballos. La semana siguiente me dediqué a buscar un lugar donde poder mantenerlos y la manera de trasladarlos sin que me costara demasiado: localicé a un antiguo amigo que tenia un sitio de pupilaje y me dijo que ya no lo tenía pero me puso en contacto con unos hippies que tienen un lugar donde poder tenerlos, barato y bien atendidos, en libertad comiendo pasto y con otros caballos.
Asi que llegué a un acuerdo con el dueño de la residencia, con el del camión, con los hippies y me llevé los caballos, llegué con mis nuevos "hijos" a la finca de los hippis una noche sin luna y con un temporal de viento increible...mientras los conducía hacia la finca pensaba, Dios mío, en donde me he metido...
A la mañana siguiente volví a verlos y descubrí un lugar increible, lleno de árboles, pastos infinitos y varios caballos dóciles y mansos cotilleando a los nuevos "inquilinos".
Tras desparasitarlos, vacunarlos e identificarlos (sus nombres ahora son Roma y Bosco) comenzó el momento de recuperación: buena alimentación trabajo con la yegua de forma gradual y compañia como mejor medicina
Han pasado casi 4 meses desde ese día y ahora tengo una yegua increible, es media carta española, noble, guapa e inteligente. A fuerza de trabajarla a la cuerda primero y luego poco a poco en picadero montandola con paciencia y firmeza he conseguido sacar de ella la doma que tenía olvidada. Del potro aun no os puedo decir nada, sigue flacucho, le esta costando recuperarse pero confío en que el tiempo y los cuidados que le estoy dando le hagan ser un gran caballo algun dia.
Seguramente me está costando un dinero que no tengo pero es mas grande la satisfaccion que produce el sacarlos adelante que ninguna otra cosa. Suelo llevar a mi hijo mayor (de 2 años) conmigo y le encanta estar con ellos. Doy gracias por tener un marido que me entiende y me apoya en esta aventura.
Gracias por escucharme a todos los amantes de los caballos que entenderán de lo que hablo y animo a todos los que puedan darme consejos para que lo hagan, ya que suelo aplicar solo mis limitados conocimientos sobre los caballos, eso si, cariño y entusiasmo no me faltan.
saludos a todos!
Olga
soy nueva en este foro y me gustaria compartir con gente que ama el mundo de los caballos mi experiencia: ahora tengo 34 años, un marido, una empresa de organización de eventos, 2 hijos pequeños y una perra boxer llamada Lola. Con 7 años monté a caballo la primera vez y no lo dejé hasta que termine la universidad. Después solo montaba cuando algun amigo con caballos me invitaba (1-2 veces al año). Pues bien, hace 4 meses, me ofrecieron hacerme cargo de dos caballos, una yegua torda y de su potro de 2 años.
Lo primero que hice fué ir a verlos a ver en que estado se encontraban y me citaron en una residencia de perros de caza (pobres, solo salian de alli para cazar!), y en una parcela de arena estaban los caballos, una yegua torda y un potro con la capa oscura de futuro tordo a su lado, los dos estaban en un estado lamentable: flacos, sucios y solos. Pero bajo ese aspecto de pobres animales se notaba que eran buenos caballos. La semana siguiente me dediqué a buscar un lugar donde poder mantenerlos y la manera de trasladarlos sin que me costara demasiado: localicé a un antiguo amigo que tenia un sitio de pupilaje y me dijo que ya no lo tenía pero me puso en contacto con unos hippies que tienen un lugar donde poder tenerlos, barato y bien atendidos, en libertad comiendo pasto y con otros caballos.
Asi que llegué a un acuerdo con el dueño de la residencia, con el del camión, con los hippies y me llevé los caballos, llegué con mis nuevos "hijos" a la finca de los hippis una noche sin luna y con un temporal de viento increible...mientras los conducía hacia la finca pensaba, Dios mío, en donde me he metido...
A la mañana siguiente volví a verlos y descubrí un lugar increible, lleno de árboles, pastos infinitos y varios caballos dóciles y mansos cotilleando a los nuevos "inquilinos".
Tras desparasitarlos, vacunarlos e identificarlos (sus nombres ahora son Roma y Bosco) comenzó el momento de recuperación: buena alimentación trabajo con la yegua de forma gradual y compañia como mejor medicina
Han pasado casi 4 meses desde ese día y ahora tengo una yegua increible, es media carta española, noble, guapa e inteligente. A fuerza de trabajarla a la cuerda primero y luego poco a poco en picadero montandola con paciencia y firmeza he conseguido sacar de ella la doma que tenía olvidada. Del potro aun no os puedo decir nada, sigue flacucho, le esta costando recuperarse pero confío en que el tiempo y los cuidados que le estoy dando le hagan ser un gran caballo algun dia.
Seguramente me está costando un dinero que no tengo pero es mas grande la satisfaccion que produce el sacarlos adelante que ninguna otra cosa. Suelo llevar a mi hijo mayor (de 2 años) conmigo y le encanta estar con ellos. Doy gracias por tener un marido que me entiende y me apoya en esta aventura.
Gracias por escucharme a todos los amantes de los caballos que entenderán de lo que hablo y animo a todos los que puedan darme consejos para que lo hagan, ya que suelo aplicar solo mis limitados conocimientos sobre los caballos, eso si, cariño y entusiasmo no me faltan.
saludos a todos!
Olga