Efectivamente Arashi tiene razón, es un paso caracteristico de esta raza.
Perdon edito porque se me corto a la mitad, pongo un texto en el que explica el porque de la magia de su paso:
Ese modo peculiar en el andar del caballo peruano de paso se debe a su combinación de sangres, pues ni bien llegado al Perú, el ejemplar español fue expuesto a un proceso de selección, en mezcla de sangres de diferentes tipos de equinos: las jacas (yeguas de pequeña estatura) navarras y castellanas con las de los Berebere y Arabe.
El híbrido resultante conservó de las jacas la elevación de los miembros delanteros; de los Berebere, el modo de andar o ambladura y algunos rasgos exteriores; y, finalmente, del árabe, su delicada belleza.
Pero fue del Berebere, que mantuvo casi intacto la sincronía en su andar, en ese movimiento de patas en forma lateral, mano y pata a la izquierda y mano y pata a la derecha; o en la forma de cruz o diagonal, similar al de un felino, añadiéndose a estas, las otras particularidades propias del caballo de paso peruano.
Aunque si bien es cierto que estos ejemplares nacen con estas características, la constante dedicación y adiestramiento por parte del hombre adecúan, perfeccionan y pulen aquello que emana de su propia génesis.
Perdon edito porque se me corto a la mitad, pongo un texto en el que explica el porque de la magia de su paso:
Ese modo peculiar en el andar del caballo peruano de paso se debe a su combinación de sangres, pues ni bien llegado al Perú, el ejemplar español fue expuesto a un proceso de selección, en mezcla de sangres de diferentes tipos de equinos: las jacas (yeguas de pequeña estatura) navarras y castellanas con las de los Berebere y Arabe.
El híbrido resultante conservó de las jacas la elevación de los miembros delanteros; de los Berebere, el modo de andar o ambladura y algunos rasgos exteriores; y, finalmente, del árabe, su delicada belleza.
Pero fue del Berebere, que mantuvo casi intacto la sincronía en su andar, en ese movimiento de patas en forma lateral, mano y pata a la izquierda y mano y pata a la derecha; o en la forma de cruz o diagonal, similar al de un felino, añadiéndose a estas, las otras particularidades propias del caballo de paso peruano.
Aunque si bien es cierto que estos ejemplares nacen con estas características, la constante dedicación y adiestramiento por parte del hombre adecúan, perfeccionan y pulen aquello que emana de su propia génesis.