Asi lo entiendo yo también Andrea.
Para mi, las ayudas deben ser constantes mientras trabajas un caballo. Esto no significa ir pidiéndole de nuevo lo que ya esta haciendo y convertirlo en "sordo" sino, llevarle atento, reunido, empujando de atrás, con la incurvacion debida, con la actividad necesaria, en contacto, rítmico, equilibrado ... Como sí no conseguimos todo esto? Con las ayudas en sus múltiples maneras, que ni mucho menos son patadas. Asiento, riñones, pierna, ...
Por muy domado que este el caballo, si quisiéramos realizar un ejercicio brillante (lo cual me pilla a mi a años luz dicho sea de paso ) deberíamos llevarle constantemente impulsado, físicamente y de corazón, y esto se logra entre otros, con las ayudas.
Esta es sólo mi opinión.
Ivan, me alegro de leerte; mucho tiempo sin "verte" por aquí.
Saludos