Jesusín, dosis de choque eh!!je,je,je
El mio tiene una historia bonita, al año de empezar a montar, empecé a montar (valga la redundancia) al Peni (Penique, Peniquin), era un potro q estaba en el prado, y lo empecé a montar sólo yo, tres o cuatro veces por semana (me lo dejaba mi profe, q decia q se me daba bien el caballo), el caballo no salía más veces a la semana. Total q empezamos a aprender ambos juntos, nos dejó mi profe todo agosto juntos, pero el sustituo no nos hacia ni caso y todo iba muy mal, pero cuando volvió Antonio, fueron las cosas mejor. Estuve como un año o año y medio montando solo a ese caballo, aprendimos a saltar y le di su primer salto (y el mio) de metro veinte, y encima el tio iba fenomenal a los saltos, media muy bien, no se asustaba de ninguno por feo q fuera y era hábil saltando. ADemás de ser valiente, pues en unos cortados a los q fuimos era el primero en bajar y sin rechistar. En fin, un solete!
Le quiero muchísimo, aunq es un morugo de narices pero bueno... y tb, es un caballo malo (tengo q aceptarlo) aunq dé confianza saltando, el tio cuando no sale se bota, es muy frio y no anda ni para atrás, y si le miras por delante, casi se le rozan las rodillas de lo estrechín q es, pero le quiero un montón y con él aprendí a querer mucho a los caballos.
Además, de potrito se escapó, cuando estaba entero (aunq después se le acabó el chollo) y como resultado dio un caballito muy guapete (María, el morretes) hijo de la yegua q mas quiero, la Abril (Abriloncia), una yegua super cariñosa y con la q he pasado unos momentos inolvidables.
En fin, dejo este rollo super ñoño q os he metido.
Un saludo