Hace unos años donde iba a montar, había un caballo que tenía muy mala leche... Lo menos que hacia era ponerse como una vela, cuando se levantaba de manos sin avisar y sin causa aparente y lo peor es que le gustaba estrellarse con la pared del picadero... Para darle cuerda había que unirle varios ramales y así dejarlo que fuera pegado por toda la pared del picadero ya que de otra manera te arrastraba detrás ed él... Era un hijo de la gran ****... Antes de que yo empezara a montarlo ya había oido bastantes de sus hazañas y me subia con mucho respeto, con demasiado... Nunca me hizo nada grave, aunque siempre tienes la mosca detrás diciendote lo que te puede pasar y ese creo que era el problema... Si vas a montar normal, y sin preocuparte demasiado por lo que puede ocurrir, es lo mejor.