Hola amigos:
Os voy a contar mi situación, a ver si a alguno se le ocurre alguna forma de mejorar el comportamiento actual de mi yegua.
La cuestión es hace unos meses, tuve la oportunidad de cambiarme de club, a uno con unas instalaciones de infarto. Entre otras muchas cosas, hay a disposición del quien quiera usarla una pista de turf de 20m de ancho y de 1km 600m de cuerda (una milla).
El lugar es bastante grande, y por ejemplo para ir desde los boxes al picadero grande hay que recorrer casi 1km, pasando por la pista de turf.
Mi problema es el siguiente: desde el cambio de hípica, mi yegua se ha vuelto 10 veces más nerviosa/asustadiza de lo que era. Al principio pensé que era la novedad, y de hecho se tranquilizó al poco de llegar. Pero con cada situacion nueva, le sobrevienen dias de nerviosismo agotadores para el jinete. Por ejemplo, hay mucho trajin de yeguas que vienen a ser cubiertas por sementales que hay aquí, se organizan competiciones de raid/doma/salto, y cada vez que esto ocurre, ella se pone extraordinariamente nerviosa (por contraste, los caballos de los demás parece que no prestan mucha atención a esto).
Cuando voy solo de un lado a otro de las instalaciones del club, la cosa es bastante llevadera. Pero como mi yegua divise a lo lejos a otro jinete, le entra el "nerviosismo", y ya no es posible ir a un paso tranquilo. Se retrota, yo la intento calmar, y generalmente acaba la cosa como el rosario de la aurora, y es que me gana por fuerza. En vez de una sesión de trabajo tranquila y relajada, tenemos una hora de trabajo en que la tengo que hacer sudar la gota gorda cada minuto para que no se me de la vuelta, o se me vaya de caña. Todo esto se agrava muchisimo más cuando trabajo en dirección a querencia obviamente.
Respecto a esto último, os contaré por ejemplo lo que me ocurre en la pista de turf. Si galopo a contraquerencia, el galope es muy lento (bien) e irregular (mal). Parece que cada dos trancos hiciese el amago de darse la vuelta, pero no lo intenta demasiado. Sin embargo en cuanto superamos la primera curva del hipodromo, y galopo a querencia... yo intento mantener un galope sostenido y tranquilo, pero de todas las veces que lo he intentando no lo he conseguido nunca. Ella se lanza a galope tendido, es imposible pararla, salvo que a los 300m de hacer esto se cansa, y entonces ya consigo controlarla de nuevo.
Sin embargo, no logro distinguir hasta que punto es mala intención (irse de caña a la cuadra), o simplemente demasiada tentación (una pista de turf virgen para nosotros solos). A veces pienso que aun cansada, al pasar por la entrada al hipodromo, si quisiera irse de caña a las cuadras lo haría igual. Sin embargo no lo hace, y puedo dar otra vuelta esta vez de una forma un poco más coherente.
No se si estoy explicando exactamente cual es mi problemática. Otra anécdota es que si me dirijo a la pista grande yo solo, atravieso dos prados, la pista de turf, entro en la pista, trabajo salgo, y vuelvo sin problemas. Pero si voy con mas caballos, es como el baile de san victor, como si mi yegua tuviese miles de hormigas recorriendole el cuerpo. No puedo pararme a escuchar las recomendaciones del profesor, ni observar como otro compañero hace una repris o da dos saltos. Tengo que estar en movimiento constante, so pena de que la yegua se ponga a andar hacia atras, de lado, o se corra una mini caña.
Tenia la esperanza de que todo esto fuera debido a la novedad de las instalaciones, pero veo que pasan las semanas y las sesiones de monta en la pista de turf, picadero grande, etc, y observo que no se tranquiliza, sinó que cada día esta mas fuerte que el anterior. No hay problema en dar una vuelta a galope tendido a una pista, es algo apasionante (deberiais probarlo). El problema es cuando ves el final de la pista acercandose, intentas reducir un poco por precaución, por si ella decidiese irse a la salida en vez de girar, y compruebas que no es posible, que cada vez va mas rápido. Eso ya asusta más.
Otras veces me he armado con unos conos de plastico (de los de futbito), los he puesto en la pista de turf formando un picadero de 20x40, y me he puesto a practicar una repris. Como siempre, resulta practicamente imposible. Las transiciones paso trote se convierten en transiciones paso galope. EL galope en dirección a querencia es descontrolado. Es imposible hacer alargamientos del paso, siempre trota... en definitiva, el caballo se crece demasiado.
Despues de este rollo, ¿que me recomendais? Paciencia y seguir trabajando en ese ambiente? Si se pone nerviosa con mas caballos, pues sacarla lo mas posible con otros caballos? Se acostumbrará algun dia? ¿Se relajará algún dia? ¿Es que he hecho algo malo en otra vida y Dios me ha castigado así?
Por lo menos los alargamientos del paso tengo que llegar a conseguirlos, o me freirán en todas las reprises que haga []
Mil graciasssss
PS: cuando trabajo a mi yegua en otro picadero mucho mas pequeño y contiguo a los boxes, es un corderito la mar de obediente. Todo se tuerce cuando entran dos factores en juego: 1.- lugares muuuuy grandes (hipodromo, picadero grande), y 2.- otros caballos.
Os voy a contar mi situación, a ver si a alguno se le ocurre alguna forma de mejorar el comportamiento actual de mi yegua.
La cuestión es hace unos meses, tuve la oportunidad de cambiarme de club, a uno con unas instalaciones de infarto. Entre otras muchas cosas, hay a disposición del quien quiera usarla una pista de turf de 20m de ancho y de 1km 600m de cuerda (una milla).
El lugar es bastante grande, y por ejemplo para ir desde los boxes al picadero grande hay que recorrer casi 1km, pasando por la pista de turf.
Mi problema es el siguiente: desde el cambio de hípica, mi yegua se ha vuelto 10 veces más nerviosa/asustadiza de lo que era. Al principio pensé que era la novedad, y de hecho se tranquilizó al poco de llegar. Pero con cada situacion nueva, le sobrevienen dias de nerviosismo agotadores para el jinete. Por ejemplo, hay mucho trajin de yeguas que vienen a ser cubiertas por sementales que hay aquí, se organizan competiciones de raid/doma/salto, y cada vez que esto ocurre, ella se pone extraordinariamente nerviosa (por contraste, los caballos de los demás parece que no prestan mucha atención a esto).
Cuando voy solo de un lado a otro de las instalaciones del club, la cosa es bastante llevadera. Pero como mi yegua divise a lo lejos a otro jinete, le entra el "nerviosismo", y ya no es posible ir a un paso tranquilo. Se retrota, yo la intento calmar, y generalmente acaba la cosa como el rosario de la aurora, y es que me gana por fuerza. En vez de una sesión de trabajo tranquila y relajada, tenemos una hora de trabajo en que la tengo que hacer sudar la gota gorda cada minuto para que no se me de la vuelta, o se me vaya de caña. Todo esto se agrava muchisimo más cuando trabajo en dirección a querencia obviamente.
Respecto a esto último, os contaré por ejemplo lo que me ocurre en la pista de turf. Si galopo a contraquerencia, el galope es muy lento (bien) e irregular (mal). Parece que cada dos trancos hiciese el amago de darse la vuelta, pero no lo intenta demasiado. Sin embargo en cuanto superamos la primera curva del hipodromo, y galopo a querencia... yo intento mantener un galope sostenido y tranquilo, pero de todas las veces que lo he intentando no lo he conseguido nunca. Ella se lanza a galope tendido, es imposible pararla, salvo que a los 300m de hacer esto se cansa, y entonces ya consigo controlarla de nuevo.
Sin embargo, no logro distinguir hasta que punto es mala intención (irse de caña a la cuadra), o simplemente demasiada tentación (una pista de turf virgen para nosotros solos). A veces pienso que aun cansada, al pasar por la entrada al hipodromo, si quisiera irse de caña a las cuadras lo haría igual. Sin embargo no lo hace, y puedo dar otra vuelta esta vez de una forma un poco más coherente.
No se si estoy explicando exactamente cual es mi problemática. Otra anécdota es que si me dirijo a la pista grande yo solo, atravieso dos prados, la pista de turf, entro en la pista, trabajo salgo, y vuelvo sin problemas. Pero si voy con mas caballos, es como el baile de san victor, como si mi yegua tuviese miles de hormigas recorriendole el cuerpo. No puedo pararme a escuchar las recomendaciones del profesor, ni observar como otro compañero hace una repris o da dos saltos. Tengo que estar en movimiento constante, so pena de que la yegua se ponga a andar hacia atras, de lado, o se corra una mini caña.
Tenia la esperanza de que todo esto fuera debido a la novedad de las instalaciones, pero veo que pasan las semanas y las sesiones de monta en la pista de turf, picadero grande, etc, y observo que no se tranquiliza, sinó que cada día esta mas fuerte que el anterior. No hay problema en dar una vuelta a galope tendido a una pista, es algo apasionante (deberiais probarlo). El problema es cuando ves el final de la pista acercandose, intentas reducir un poco por precaución, por si ella decidiese irse a la salida en vez de girar, y compruebas que no es posible, que cada vez va mas rápido. Eso ya asusta más.
Otras veces me he armado con unos conos de plastico (de los de futbito), los he puesto en la pista de turf formando un picadero de 20x40, y me he puesto a practicar una repris. Como siempre, resulta practicamente imposible. Las transiciones paso trote se convierten en transiciones paso galope. EL galope en dirección a querencia es descontrolado. Es imposible hacer alargamientos del paso, siempre trota... en definitiva, el caballo se crece demasiado.
Despues de este rollo, ¿que me recomendais? Paciencia y seguir trabajando en ese ambiente? Si se pone nerviosa con mas caballos, pues sacarla lo mas posible con otros caballos? Se acostumbrará algun dia? ¿Se relajará algún dia? ¿Es que he hecho algo malo en otra vida y Dios me ha castigado así?
Por lo menos los alargamientos del paso tengo que llegar a conseguirlos, o me freirán en todas las reprises que haga []
Mil graciasssss
PS: cuando trabajo a mi yegua en otro picadero mucho mas pequeño y contiguo a los boxes, es un corderito la mar de obediente. Todo se tuerce cuando entran dos factores en juego: 1.- lugares muuuuy grandes (hipodromo, picadero grande), y 2.- otros caballos.