Hay veces que estos animalitos te sorprenden de lo lindo.
El otro día cuando salí a pista me encontré con unos palos de salto posicionados en el suelo que alguien se había dejado. Como mi pequeño los pasa sin problemas al trote pensé que no me iban a molestar, así que decidí no quitarlos. Y todo fue bien, hasta que decidí comenzar con los ejercicios a galope. Mi sorpresa cuando le llevo recto hacia uno de los palos (mi intención no era pasarlo en ningún momento, sino de hacer un bucle antes de llegar al palo para pedirle un cambio simple a galope) y bastante antes de llegar me pega un quiebro que menos mal que me pilló bien sentada! Le hago repetir, y toma más quiebros. Me costó horrores hasta que pude obligarle a ir recto hasta el obstáculo y poco antes de llegar le pedí una diagonal. Cuando aceptó mis ayudas lo dejé estar por ese día, ya que me había quedado sin piernas, pulmón, etc.
El otro día cuando salí a pista me encontré con unos palos de salto posicionados en el suelo que alguien se había dejado. Como mi pequeño los pasa sin problemas al trote pensé que no me iban a molestar, así que decidí no quitarlos. Y todo fue bien, hasta que decidí comenzar con los ejercicios a galope. Mi sorpresa cuando le llevo recto hacia uno de los palos (mi intención no era pasarlo en ningún momento, sino de hacer un bucle antes de llegar al palo para pedirle un cambio simple a galope) y bastante antes de llegar me pega un quiebro que menos mal que me pilló bien sentada! Le hago repetir, y toma más quiebros. Me costó horrores hasta que pude obligarle a ir recto hasta el obstáculo y poco antes de llegar le pedí una diagonal. Cuando aceptó mis ayudas lo dejé estar por ese día, ya que me había quedado sin piernas, pulmón, etc.