Amigo Eray.
No nos tienes que agradecer nada, somos nosotros quienes tenemos que agradecer, vuestra estimada compañía, para nosotros es un orgullo contar en tan entrañable visita con la presencia de vuestra familia y amigos, que el tiempo, los acontecimientos vividos y compartidos, se encargan de ir uniéndonos cada vez con mayor intensidad, a través de ese vínculo común, de esa pasión, de ese animal llamado Caballo.
He intentado atender ese compromiso tuyo del que hablamos esta mañana, pero lo siento, de veras, totalmente imposible, hay 30 plazas ya confirmadas y aún me falta una por confirmar, que si pudiese venir, por que aún no lo sabe, ¡¡¡¡nos haría falta el asiento del chofer!!!!!.
Un saludo.
Mario.