No estoy hablando de dominancia ni de hacer las cosas de repente, no se puede confundir educación con dominancia a mi modo de ver.
La insensibilización se hace gradual y respetando el tiempo de cada caballo. Lo que pasa que creo que tendemos a tratarlos como si fueran tan super mega especiales, incluso tendemos a hacer las cosas con tanto cuidado que luego no están acostumbrados a nada y se asustan de todo. En caballos de doma esto es muy muy frecuente. Son tan esto y aquello y tan especiales y tan todo que es la excusa para hacerlo todo con tanto cuidado y tan despacio que no llegan a comportarse normal nunca, olvidándonos de que ellos entienden su propio lenguaje. Aunque estén condicionados a no hacerlo, pueden volver a entenderlo.
Cuando están tan perdidos y tan traumatizados es porque, por el motivo que sea, su forma natural de comunicar dejó de serles útil o les perjudicó tanto que la han reprimido, haciendo de ellos caballos inseguros e introvertidos/bloqueados o entonces explosivos y peligrosos.
Hay que hacer que puedan volver a utilizar su forma natural de comunicar antes de volver a montarnos, para que se vuelvan caballos lo más normales posible y puedan comunicar con nosotros también.
Los hay incluso que puede que al principio parezca que les de un ataque si mueves un poco la cuerda a su alrededor, o una chaqueta o lo que sea, pero al insistir sin subir intensidad, sólo mantener sin dejar que se escapen (nunca empezar una de estas si no tenemos claro de que no se van a escapar y no se pueden dañar mientras lo intentan, si no agravamos el problema), yendo con ellos hasta que se tranquilizan y se dan cuenta de que no se han muerto, cambian de la noche a la mañana.
De repente entienden que lo que les hacemos no les daña.... Y pasamos a ser su puerto seguro.
A partir de ahí se rompe el hielo para muchas otras cosas a las que les podemos acostumbrar sin que sea un drama.
De nuevo, nada tiene que ver con la dominancia, tiene que ver con hacerles entender en el menor tiempo posible cuál es nuestra posición en relación a ellos.
Pues de la misma manera que cuando abusan con la comida, se les hace entender cuál es su espacio y cuál es el nuestro, esperando hasta que se tranquilicen en relación a la comida de forma que para ellos sea más importante atendernos que exigir comida y de repente se dan cuenta de que nos deben respeto.
Les quitamos un peso de encima más que otra cosa porque por un lado les hemos establecido la base para que entiendan que no les vamos a dañar (le quitamos el miedo al depredador y sus "armas" y por otro, establecemos la base para que sepan que a pesar de compartir espacio, el nuestro es sargado en relación al suyo. Tal como hacen entre ellos. Como al mismo tiempo respetamos su espacio y su integridad física y se lo hacemos entender, pues se establece una relación amigable entre los dos. Con unos caballos hay que trabajar más una cosa que la otra, con otros las dos por igual si no hay un desequilibrio, pero la base de la comunicación es esta. A mi modo de ver.
No digo que no haya caballos especiales, ni con traumas, pero el hecho de decirnos cada día lo especiales que son, hace que mantengamos sus traumas en el presente constantemente y dejemos de transmitir mensajes claros que ellos entienden mediante pocas repeticiones. No sé si me explico. Tampoco digo que sea tu caso.
También solemos tener prisa para montarnos en vez de hacer el trabajo pie a tierra que corresponde a los caballos que son tan finos. Un buen trabajo en libertad estableciendo el papel de cada uno, una buena insensibilización con la cuerda, primero de lado, luego la cuerda encima, luego la tralla de lado, luego la tralla encima, en los pies, en las manos, luego una tralla con plástico, luego un sudadero, luego una manta, luego un plástico, luego pasar por encima del plástico, trabajar la flexión de cuello, saltar a su lado de varias maneras, mover chaquetas, hacer rutina normal con el caballo detrás, poner espuelas, quitar chaquetas, pasar por perros, pasar el rastrillo o llevar carretillas, levantar toldos con el caballo de la mano flexionar el cuello mientras se pone el pie en el estribo, en el otro y flexionar al otro lado, flexionar mientras el plástico le toca en el culo, y mucho, mucho más. Todo de forma gradual con gentileza pero firmeza, es un trabajo que debería ser obligatorio para todos los potros. Puede durar una semana o seis meses.
Eso no quiere decir que todos los caballos acaben unos burritos que no se mueven, cada uno con su carácter y su forma de ser, pero todo este trabajo lleva a una comunicación muy eficaz entre caballo y jinete, una comunicación única que se puede utilizar en momentos menos buenos y que probablemente evitarán muchísimas cañas una vez nos subamos y se asusten de algo a lo que no le hemos acostumbrado antes.
Nada, absolutamente nada de esto tiene que ver con dominancia
La insensibilización se hace gradual y respetando el tiempo de cada caballo. Lo que pasa que creo que tendemos a tratarlos como si fueran tan super mega especiales, incluso tendemos a hacer las cosas con tanto cuidado que luego no están acostumbrados a nada y se asustan de todo. En caballos de doma esto es muy muy frecuente. Son tan esto y aquello y tan especiales y tan todo que es la excusa para hacerlo todo con tanto cuidado y tan despacio que no llegan a comportarse normal nunca, olvidándonos de que ellos entienden su propio lenguaje. Aunque estén condicionados a no hacerlo, pueden volver a entenderlo.
Cuando están tan perdidos y tan traumatizados es porque, por el motivo que sea, su forma natural de comunicar dejó de serles útil o les perjudicó tanto que la han reprimido, haciendo de ellos caballos inseguros e introvertidos/bloqueados o entonces explosivos y peligrosos.
Hay que hacer que puedan volver a utilizar su forma natural de comunicar antes de volver a montarnos, para que se vuelvan caballos lo más normales posible y puedan comunicar con nosotros también.
Los hay incluso que puede que al principio parezca que les de un ataque si mueves un poco la cuerda a su alrededor, o una chaqueta o lo que sea, pero al insistir sin subir intensidad, sólo mantener sin dejar que se escapen (nunca empezar una de estas si no tenemos claro de que no se van a escapar y no se pueden dañar mientras lo intentan, si no agravamos el problema), yendo con ellos hasta que se tranquilizan y se dan cuenta de que no se han muerto, cambian de la noche a la mañana.
De repente entienden que lo que les hacemos no les daña.... Y pasamos a ser su puerto seguro.
A partir de ahí se rompe el hielo para muchas otras cosas a las que les podemos acostumbrar sin que sea un drama.
De nuevo, nada tiene que ver con la dominancia, tiene que ver con hacerles entender en el menor tiempo posible cuál es nuestra posición en relación a ellos.
Pues de la misma manera que cuando abusan con la comida, se les hace entender cuál es su espacio y cuál es el nuestro, esperando hasta que se tranquilicen en relación a la comida de forma que para ellos sea más importante atendernos que exigir comida y de repente se dan cuenta de que nos deben respeto.
Les quitamos un peso de encima más que otra cosa porque por un lado les hemos establecido la base para que entiendan que no les vamos a dañar (le quitamos el miedo al depredador y sus "armas" y por otro, establecemos la base para que sepan que a pesar de compartir espacio, el nuestro es sargado en relación al suyo. Tal como hacen entre ellos. Como al mismo tiempo respetamos su espacio y su integridad física y se lo hacemos entender, pues se establece una relación amigable entre los dos. Con unos caballos hay que trabajar más una cosa que la otra, con otros las dos por igual si no hay un desequilibrio, pero la base de la comunicación es esta. A mi modo de ver.
No digo que no haya caballos especiales, ni con traumas, pero el hecho de decirnos cada día lo especiales que son, hace que mantengamos sus traumas en el presente constantemente y dejemos de transmitir mensajes claros que ellos entienden mediante pocas repeticiones. No sé si me explico. Tampoco digo que sea tu caso.
También solemos tener prisa para montarnos en vez de hacer el trabajo pie a tierra que corresponde a los caballos que son tan finos. Un buen trabajo en libertad estableciendo el papel de cada uno, una buena insensibilización con la cuerda, primero de lado, luego la cuerda encima, luego la tralla de lado, luego la tralla encima, en los pies, en las manos, luego una tralla con plástico, luego un sudadero, luego una manta, luego un plástico, luego pasar por encima del plástico, trabajar la flexión de cuello, saltar a su lado de varias maneras, mover chaquetas, hacer rutina normal con el caballo detrás, poner espuelas, quitar chaquetas, pasar por perros, pasar el rastrillo o llevar carretillas, levantar toldos con el caballo de la mano flexionar el cuello mientras se pone el pie en el estribo, en el otro y flexionar al otro lado, flexionar mientras el plástico le toca en el culo, y mucho, mucho más. Todo de forma gradual con gentileza pero firmeza, es un trabajo que debería ser obligatorio para todos los potros. Puede durar una semana o seis meses.
Eso no quiere decir que todos los caballos acaben unos burritos que no se mueven, cada uno con su carácter y su forma de ser, pero todo este trabajo lleva a una comunicación muy eficaz entre caballo y jinete, una comunicación única que se puede utilizar en momentos menos buenos y que probablemente evitarán muchísimas cañas una vez nos subamos y se asusten de algo a lo que no le hemos acostumbrado antes.
Nada, absolutamente nada de esto tiene que ver con dominancia