El domingo me fui a montar con mi novio. A él le di a Bandolero y yo me cogí un arabe castrado, bastante tranquilo y pequeñito. Lo usan para dar clases todas las semanas con niños pequeños (y no tanto).
Total, que estuvimos como una hora por el campo al paso y al trote. Todo iba bien, incluso al galope cuando nos llevabamos cierta distancia o cuando uno galopaba detrás de otro.
Pero cuando Bandolero iba delante, y yo detras, ambos galopando y me disponia a adelantarle....cuando la cabeza del arabe llegaba a la altura de la grupa de Bandolero, éste pasaba de galopar normalmente, a dar botes mientras galopaba.
Mi duda es: ¿Por qué este comportamiento? ¿es una forma de decir que no le gusta que le adelanten? ¿quiza no se espera que le adelanten y se asusta cuando ve venir al otro caballo tan rapidamente por su lado?
En ningun momento llegué a adelantar porque no queria que mi novio perdiera el equilibrio y se callera...y me daba cuenta que cuando frenaba y dejaba a Bandolero seguir el 1º, éste continuaba un galope mas normal.
¿No es esto un poco raro?
Los buenos entrenadores pueden oir hablar a sus caballos; los grandes entrenadores les oyen susurrar
Total, que estuvimos como una hora por el campo al paso y al trote. Todo iba bien, incluso al galope cuando nos llevabamos cierta distancia o cuando uno galopaba detrás de otro.
Pero cuando Bandolero iba delante, y yo detras, ambos galopando y me disponia a adelantarle....cuando la cabeza del arabe llegaba a la altura de la grupa de Bandolero, éste pasaba de galopar normalmente, a dar botes mientras galopaba.
Mi duda es: ¿Por qué este comportamiento? ¿es una forma de decir que no le gusta que le adelanten? ¿quiza no se espera que le adelanten y se asusta cuando ve venir al otro caballo tan rapidamente por su lado?
En ningun momento llegué a adelantar porque no queria que mi novio perdiera el equilibrio y se callera...y me daba cuenta que cuando frenaba y dejaba a Bandolero seguir el 1º, éste continuaba un galope mas normal.
¿No es esto un poco raro?
Los buenos entrenadores pueden oir hablar a sus caballos; los grandes entrenadores les oyen susurrar