Yo tengo un caballo tordo
vinoso tordo y romero,
andaluz de pura raza
y de plata pura el pelo,
negra la crin y la cola,
con hilillos de oro viejo,
la cabeza acarnerada
y de cisne real el cuello.
Y que bien bracea...
y como,
se me apoya en el hierro
Y como repica a gloria
con los cascos en el suelo
y galopa reunido
con la gravedad del pendulo.
Sus herraduras de plata
fragua son de los luceros
cuando marcha bien marchoso,
jaranero.
Solo al tocarle mi espuela
da el cambio de mano diestro,
y me hace la empinada,
la pirueta y hasta el sesgo,
con la academica gracia
de un bailaor de flamenco.
Yo le puse a la española,
y yo entiendo un rato de eso.
Un dia, junto al Jarampa,
al acosar un becerro
estampa de toro fino,
que se bebia los vientos
ganó entre todas las jacas,
la palma del buen toreo.
Y una tarde,
con donaire y sin esfuerzo,
clavé contigo un rejon
de muerte
a un novillo pastueño:
veinte arrovas, cuatro hierbas
y dos palmos en los cuernos.
¿Te acuerda?
Como aplaudian
las hembras de ojazos negros,
y como te hechaban flores
y te decian requiebros.
Ole caballo valiente,
caballo pinturero
ole lo bien plantao
y tu
obediente a mis ayudas,
martilleaste con los remos
marchaste de medio lado
hiciste un arco del cuello,
y sacudiendo el tupé,
diste las gracias
las diste con un salero
Mi tordo caballo majo
de señorito campero
caballo de lidiador
caballo de caballero
Tus ancas redondas ancas
de sangre y de terciopelo
fueron mecedoras y trono
de una mujer
miel y fuego
que jugó sobre tu grupa
a emperatriz de mi imperio.
Como relinchabas cuando
con su manita en tu pecho
te decia suspirando:
Ay mi caballito bueno
Y arrimaba su carita
divina cara
a tus belfos.
Como tu con los ollares
venteaba, satisfecho
y envanecido
Pero ay
como cambiaron los tiempos
aquel ferial de Sevilla,
aquel campo marismeño,
las dehesas salmantinas,
los zajones y el sombrero,
las cañas de manzanilla
servidas en su cañero,
en la venta de Eritaña,
el San Anton madrileño,
los galgos y los acosos
las juergas y el tentadero.
Todo pasó a la historia
como cambiaron los tiempos
Ya para ti y para mi,
se acabaron los rodeos,
las garrochas los rejones
y los requiebros.
¿Verdad mi caballo tordo,
que es muy distinto to esto?
Paisajes de jacas celtas
donde hubo toros ibericos;
en vez de chato y cortijo,
sidra maizales y huertos,
caserones blasonados
y antiguos bosques inmensos
donde el derribo es... de esos
y el acoso de rebecos
donde en la santa Compaña
llevan sus luces los muertos
Por esos campos tan verdes
de las Asturias de Oviedo
nostalgia de sol y viñas
vamos de Luarca a Tineo;
bordeas con tu galope
las florestas de Muniellos
la sierra de Serrantina,
las faldas de Leitariego
y nos vuelven a la costa
las orillitas del Eo...
Y paramos en las ventas
que le brindan al viajero,
sobre olorosos manteles
de lino lienzo moreno
la fresca sidra dorada
o el vino de Toro añejo,
el pernil de jabali
o el corzo en cecina seco,
con las truchas del Narcea,
las natas de tierno queso
y ruborosas manzanas
como mejillas o senos
Alternamos, campechamos,
con tratantes y arrieros,
rollizas mozas de aldea
cazadores e hidalguelos,
que charlan de monteria,
de ferias, talas y precios,
o de la osa que han visto
por el monte con su osezno
o de quien ganó en Trevias
en concurso ganadero
¿Verdad mi caballo tordo
que es muy distinto to esto?
Ya no acechan tus ijares
negros novillos siniestros;
ya no llevas a tu grupa
la mujer de miel y fuego
que me trajo loco un dia;
ya en las fiestas del encierro,
bajo un dosel de mantones,
no hay hembras que pidan celos
Pero dime muy bajito:
¿Te aburres? ¿Estas contento?
mi tordo caballo majo
de señorito campero
caballo de cazador
caballo de solariego
por J.E. CASARIEGO
AÑO DE 1945
vinoso tordo y romero,
andaluz de pura raza
y de plata pura el pelo,
negra la crin y la cola,
con hilillos de oro viejo,
la cabeza acarnerada
y de cisne real el cuello.
Y que bien bracea...
y como,
se me apoya en el hierro
Y como repica a gloria
con los cascos en el suelo
y galopa reunido
con la gravedad del pendulo.
Sus herraduras de plata
fragua son de los luceros
cuando marcha bien marchoso,
jaranero.
Solo al tocarle mi espuela
da el cambio de mano diestro,
y me hace la empinada,
la pirueta y hasta el sesgo,
con la academica gracia
de un bailaor de flamenco.
Yo le puse a la española,
y yo entiendo un rato de eso.
Un dia, junto al Jarampa,
al acosar un becerro
estampa de toro fino,
que se bebia los vientos
ganó entre todas las jacas,
la palma del buen toreo.
Y una tarde,
con donaire y sin esfuerzo,
clavé contigo un rejon
de muerte
a un novillo pastueño:
veinte arrovas, cuatro hierbas
y dos palmos en los cuernos.
¿Te acuerda?
Como aplaudian
las hembras de ojazos negros,
y como te hechaban flores
y te decian requiebros.
Ole caballo valiente,
caballo pinturero
ole lo bien plantao
y tu
obediente a mis ayudas,
martilleaste con los remos
marchaste de medio lado
hiciste un arco del cuello,
y sacudiendo el tupé,
diste las gracias
las diste con un salero
Mi tordo caballo majo
de señorito campero
caballo de lidiador
caballo de caballero
Tus ancas redondas ancas
de sangre y de terciopelo
fueron mecedoras y trono
de una mujer
miel y fuego
que jugó sobre tu grupa
a emperatriz de mi imperio.
Como relinchabas cuando
con su manita en tu pecho
te decia suspirando:
Ay mi caballito bueno
Y arrimaba su carita
divina cara
a tus belfos.
Como tu con los ollares
venteaba, satisfecho
y envanecido
Pero ay
como cambiaron los tiempos
aquel ferial de Sevilla,
aquel campo marismeño,
las dehesas salmantinas,
los zajones y el sombrero,
las cañas de manzanilla
servidas en su cañero,
en la venta de Eritaña,
el San Anton madrileño,
los galgos y los acosos
las juergas y el tentadero.
Todo pasó a la historia
como cambiaron los tiempos
Ya para ti y para mi,
se acabaron los rodeos,
las garrochas los rejones
y los requiebros.
¿Verdad mi caballo tordo,
que es muy distinto to esto?
Paisajes de jacas celtas
donde hubo toros ibericos;
en vez de chato y cortijo,
sidra maizales y huertos,
caserones blasonados
y antiguos bosques inmensos
donde el derribo es... de esos
y el acoso de rebecos
donde en la santa Compaña
llevan sus luces los muertos
Por esos campos tan verdes
de las Asturias de Oviedo
nostalgia de sol y viñas
vamos de Luarca a Tineo;
bordeas con tu galope
las florestas de Muniellos
la sierra de Serrantina,
las faldas de Leitariego
y nos vuelven a la costa
las orillitas del Eo...
Y paramos en las ventas
que le brindan al viajero,
sobre olorosos manteles
de lino lienzo moreno
la fresca sidra dorada
o el vino de Toro añejo,
el pernil de jabali
o el corzo en cecina seco,
con las truchas del Narcea,
las natas de tierno queso
y ruborosas manzanas
como mejillas o senos
Alternamos, campechamos,
con tratantes y arrieros,
rollizas mozas de aldea
cazadores e hidalguelos,
que charlan de monteria,
de ferias, talas y precios,
o de la osa que han visto
por el monte con su osezno
o de quien ganó en Trevias
en concurso ganadero
¿Verdad mi caballo tordo
que es muy distinto to esto?
Ya no acechan tus ijares
negros novillos siniestros;
ya no llevas a tu grupa
la mujer de miel y fuego
que me trajo loco un dia;
ya en las fiestas del encierro,
bajo un dosel de mantones,
no hay hembras que pidan celos
Pero dime muy bajito:
¿Te aburres? ¿Estas contento?
mi tordo caballo majo
de señorito campero
caballo de cazador
caballo de solariego
por J.E. CASARIEGO
AÑO DE 1945