Pues este caso me es muy familiar...
Mi caballo suele salir solo (y muy a menudo), es algo fogoso, y un poco dominante... todo ello muy a propósito para que, las pocas veces que puede salir con sus congéneres, no quiera más que ponerse el primero, y mandar el "escuadrón", como si fuese un capitán de Caballería.
Resolver el retrote en solitario, como dije en otro tema, puede ser rápido y no difícil.
Pero con otros caballos, y si el nuestro no sale a menudo en compañía... se complica la solución. En este caso, es necesario que los otros jinetes colaboren, o de lo contrario, el paseo puede ser una pesadez, porque nuestro caballo, aunque obedezca (como el mío), lo hará a regañadientes, y no disfrutará la salida.
Lo que yo hago es:
- Distraer al caballo, mandando que tome caminos paralelos a los demás, o encrucijadas que se separen algo... para que no lleve siempre la atención fija en los demás, y se acostumbre a ser independiente.
- Aprovechar los momentos más tranquilos de la salida para, con medias paradas, paradas, y pasos atrás, acercarlo y alejarlo a los demás bajo nuestras órdenes, y pararlo cuando los demás caminan, cuidando además de mantener la misma distancia, mucha o poca, al que va delante, y evitar que la acorte. Pero todo esto debe hacerlo bien al paso, antes de probarlo al trote... y mucho menos al galope, donde la probabilidad de que se dispare es muy alta, si antes nos advirtió con el retrote de sus ganas de adelantarse.
- Hacer que vaya, al marchar con más caballos, siempre en aires bien unidos, evitando cualquier trote descompuesto o muy largo, y en especial no dejarle que dé ni un solo tranco de galope desunido o desmandado. Si lo hace, pararlo inmediatamente, recurriendo a las espuelas si es preciso, y mandándole un par de pasos atrás, y las mismas salidas tranquilas adelante.
Esto sin maltratar la boca, y poniendo una serreta forrada si es preciso, para no endurecer la boca empleando el bocado con más fuerza que en las salidas en solitario (diferencia que deberíamos evitar).
Para todo esto es preciso que los demás ayuden, evitando poner a sus caballos en aires largos o rápidos, hasta que el caballo nuevo se acostumbre a mantener las distancias en calma.
En mi caso, los amigos con quienes salía no entendían esto, y sin hacer caso salían a trote largo y a galope tendido, sin colaborar en absoluto con las lecciones de "buenos modales" a mi caballo... así que he dejado de salir con ellos, porque la compañía, por agradable que sea, no vale más que la educación de un caballo.
Espero ser de alguna ayuda...
Saludos.