El imprinting sí, pq se aprovecha del periodo sensible del caballo, q va desde que nace hasta las primeras dos semanas de vida. También es importante no interferir en la unión materno-filial que debe producirse justo al nacer, para que así tanto la madre como el potro se reconozcan y le permita mamar.
La primera fase es la habituación a la manipulación por parte de un humano a su cuerpo. Esto se consigue con masajes en la zona de la boca, orejas y toda la cabeza. Deben repetirse los masajes hasta que el potro se relaja y acepta nuestras manos en su cara. Siempre con mucho cariño y sensibilidad.
Una vez hecha la cara podemos seguir masajeando con nuestras manos todo su cuerpo, pero con excepción de las zonas del flanco. O si más no con menos insistencia, pues allí es donde caerán nuestras piernas, y si se habituaran demasiado al roce en esa zona, sería muy complicado montarlos en un futuro.
Los cascos también deben tocarse. Es bueno bajar nuestras manos con sumo cuidado hasta llegar a ellos. Pedirle que nos los dé y con un dedo dar toquecitos en la planta (flojos). Esto permitirá un mejor herraje en el futuro.
La fase posterior corresponde a habituar al caballo a los estímulos ambientales. Hemos de procurar acostumbrarlo a todos los estímulos ambientales que nos sean posibles. Por ejemplo, cubrirlo con una toalla como si fuera una manta, aplicar un poco de presión en el lugar donde irá la montura (presión ejercida por nuestras manos por supuesto), acostumbrarlo a ruidos de coches, motos, palas, etc.
Pero es muy importante vigilar los minutos posteriores al parto, pq debe producirse la asociación madre-hijo. La madre debe lamer al potro una vez nacido, y no la tenemos que molestar.
Esto es la explicación, pero por supuesto, el hecho de haber leido revistas, documentos, etc, no me acreditan el saber hacerlo. Yo aconsejaría a todo el mundo que si quieren realizar un buen imprinting lo hagan bajo la supervisión de un especialista.