anuska, lo que dices de que si para se empieza a mover y hasta tiene intenciones de levantarse no es nada bueno.
No sé si lo has entrenado tú u otra persona, o lo has comprado ya domado con esas características, ni cuanto tiempo hace que lo tienes ..., pero si lo ha entrenado otra persona debería verlo ese profesional y resolverte el problema.
Fundamentalmente, el caballo NO DEBE levantarse ni cuando estás arriba ni cuando estás abajo, no debe hacerlo nunca (aunque de hecho lo haga). Obviamente aún no te respeta como entrenadora o como jinete y si se lo has permitido una vez lo volverá a hacer si no le paras pronto los piés.
Si te asusta o no comprendes bien como solucionarlo, un buen profesional es la salida, no sea cuestión de que termines lesionada por intentar.
Si te animas a lograr quitarle ese problema tú misma, pues hay un par de cosillas que aunque desordenadas siempre, por lo menos yo lo hago, hay que tener en cuenta:
- la relación que tienes con el animal, sé que muchos se acercan y se ponen a domar sin siquiera conocer al caballo a base de cerreta y golpes, pero si quieres conseguir algo bueno debes conocerle primero y muy bien, así como él a tí.
- lograr tu jerarquía. Si se te pone en pié, da patadas, no se queda quieto, etc, es que aún no ha comprendido quien da las ordenes y quien obedece. Si no logras eso primero, todo lo demás es inútil.
- esto puedes lograrlo a base de confianza y muchisima firmeza, el cariño no quita que le domines, él descubrirá el miedo en tí aún cuando tú misma no te hayas dado cuenta.
- si luego de mucha confianza, conocimiento, firmeza, etc etc etc aún sigue sin darse cuenta que quieto es QUIETO estés montando o en tierra, un par de ostias no vienen mal y espero que comprendas lo que te digo. Si él tiene mala leche tú tendrás que tener más mala leche que él.
Bueno, esto, resumiendo, que hay cosas que sólo pueden explicarse en la práctica ...
Por otra parte, adhiero a los ejercicios que te ha recomendado Dohr y la sugerencia de Miguel. De todas formas siempre te conviene que haya alguien contigo y te ayude.
Finalmente insisto, que si entrenar o domar no es lo tuyo, recurras a un profesional antes de que alguien salga dañado. Suerte.
Mila
Caminante no hay camino, se hace camino al andar.