Hace un par de días encontré en el periódico una noticia relacionada con caballos que me pareció muy interesante pero que ha pasado bastante desapercibida para los medios, el nacimiento en cautividad de un caballo Prezwalski en la península y además en Aragón, en el Parque Faunístico de los Pirineos. http://www.lacuniacha.com
Aprovechando un viaje al día siguiente, decidimos pasar por este parque natural para verlo con nuestros ojos y además poder hacer unas fotos y mostrarlas a todos.
Llegamos al parque y preguntamos directamente por la potrilla, puesto que teníamos poco tiempo y era lo que nos interesaba en ese momento. Al comentar que queríamos hacer unas fotos y publicarlas en un par de webs sobre caballos, la señorita de recepción me aconsejó hablar con el director para pedir su consentimiento. Así lo hicimos, y fue realmente encantador, dejándonos entrar incluso gratis.
He de decir que el parque nos sorprendió gratamente por sus instalaciones, por el tamaño del mismo y por el incomparable paisaje en el que se encuentra.
Tras una caminata por un sendero precioso llegamos al recinto de los Prezwalski. Un macho adulto, tres hembras adultas y la recién llegada.
El macho no se separaba de la potrilla y su madre, y no resultaba fácil hacerle fotos. Nos llamó la atención la actitud de la potrilla, que lejos de protegerse junto a su madre, se empeñaba en explorar por su cuenta, haciendo que la manada fuera donde ella quería.
El caballo de Przewalski (Equus przewalskii), es la forma primitiva del
caballo doméstico, pero es una especie diferenciada, puesto que tiene
distinto número cromosómico.
Antiguamente había tres subespecies:
·Caballo salvaje de las estepas del sur de Rusia o ?Tarpán de las estepas?
(Se extinguió en los siglos XVIII y XIX).
·?Tarpán de los bosques? más pequeño. Desparecido de Centroeuropa ya a
principios de la edad media. Aún vivió varios siglos retirado en los bosques
de Polonia, de Lituania y en la antigua Prusia, hasta que en 1814
sucumbieron los últimos ejemplares.
·Caballo salvaje de las estepas orientales o caballo de Przewalski.
Sobrevive actualmente en Mongolia y China occidental, en pequeñas manadas
residuales.
Casi desaparecido en estado salvaje, la extinción tendría que ser evitada
con reintroducciones en el medio natural de ejemplares nacidos de escasa y
deficiente población cautiva, ya que la cría de los caballos de Przewalski
en cautividad no resultaba nada fácil.
En muchos casos los caballos no tenían espacio suficiente y a menudo no
disponían de hierba. No se realizaron los suficientes intercambios entre las
entidades zoológicas que los tenían y los cruzamientos entre ejemplares
emparentados trajeron consigo la depresión por consaguinidad.
Con este objetivo, en 1977, cuando sólo quedaban 300 cautivos en el mundo,
fue creada en Rótterdam (Holanda) la fundación de reservas del caballo de
Przewalski, con la intención de ir aclimatando a la especie de nuevo a la
vida en libertad.
Los caballos se mantuvieron en estas reservas sin suplementos alimenticios y
con el mínimo de intervención humana, con el propósito de que adquiriesen un
repertorio de comportamientos más natural y cercano al que habrían de
emplear en estado salvaje. Los resultados fueron bastante exitosos.
Las segundas y terceras generaciones nacidas en las reservas pronto
estuvieron en buenas condiciones para ser reintroducidas.
Se eligió para la reintroducción la reserva natural de Hustain Nuruu,
próxima a Ulan Bator, capital de Mongolia.
Los primeros llegaron allí en Junio de 1992. Hábitat; estepas llanas,
semidesiertos.
El apareamiento ocurre generalmente en primavera. La gestación dura 340
días, nace una sola cría que es amamantada durante 6 meses.
Se alimenta de hierbas frescas, heno de buena calidad, alfalfa fresca,
cereales, concentrados, zanahorias, remolacha forrajera, manzanas, Sauce,
álamo, abedul, haya, aliso, fresno...
Tiene actividad diurna, es un corredor veloz y resistente. Normalmente forma
pequeñas manadas de yeguas dirigidas por un semental dominante que expulsa
de ella a los machos jóvenes y mantiene duros duelos con sementales
intrusos. La longevidad máxima es de 34 años.
Recomiendo a quien tenga posibilidad, acercarse a La Cuniacha, para ver a estos ejemplares tan escasos en un hábitat parecido al suyo y en semilibertad. El parque merece la pena no sólo por estos caballos, sino por otros muchos animales en estupendas instalaciones y en un marco incomparable, escondido entre las montañas del Pirineo.
Aprovechando un viaje al día siguiente, decidimos pasar por este parque natural para verlo con nuestros ojos y además poder hacer unas fotos y mostrarlas a todos.
Llegamos al parque y preguntamos directamente por la potrilla, puesto que teníamos poco tiempo y era lo que nos interesaba en ese momento. Al comentar que queríamos hacer unas fotos y publicarlas en un par de webs sobre caballos, la señorita de recepción me aconsejó hablar con el director para pedir su consentimiento. Así lo hicimos, y fue realmente encantador, dejándonos entrar incluso gratis.
He de decir que el parque nos sorprendió gratamente por sus instalaciones, por el tamaño del mismo y por el incomparable paisaje en el que se encuentra.
Tras una caminata por un sendero precioso llegamos al recinto de los Prezwalski. Un macho adulto, tres hembras adultas y la recién llegada.
El macho no se separaba de la potrilla y su madre, y no resultaba fácil hacerle fotos. Nos llamó la atención la actitud de la potrilla, que lejos de protegerse junto a su madre, se empeñaba en explorar por su cuenta, haciendo que la manada fuera donde ella quería.
El caballo de Przewalski (Equus przewalskii), es la forma primitiva del
caballo doméstico, pero es una especie diferenciada, puesto que tiene
distinto número cromosómico.
Antiguamente había tres subespecies:
·Caballo salvaje de las estepas del sur de Rusia o ?Tarpán de las estepas?
(Se extinguió en los siglos XVIII y XIX).
·?Tarpán de los bosques? más pequeño. Desparecido de Centroeuropa ya a
principios de la edad media. Aún vivió varios siglos retirado en los bosques
de Polonia, de Lituania y en la antigua Prusia, hasta que en 1814
sucumbieron los últimos ejemplares.
·Caballo salvaje de las estepas orientales o caballo de Przewalski.
Sobrevive actualmente en Mongolia y China occidental, en pequeñas manadas
residuales.
Casi desaparecido en estado salvaje, la extinción tendría que ser evitada
con reintroducciones en el medio natural de ejemplares nacidos de escasa y
deficiente población cautiva, ya que la cría de los caballos de Przewalski
en cautividad no resultaba nada fácil.
En muchos casos los caballos no tenían espacio suficiente y a menudo no
disponían de hierba. No se realizaron los suficientes intercambios entre las
entidades zoológicas que los tenían y los cruzamientos entre ejemplares
emparentados trajeron consigo la depresión por consaguinidad.
Con este objetivo, en 1977, cuando sólo quedaban 300 cautivos en el mundo,
fue creada en Rótterdam (Holanda) la fundación de reservas del caballo de
Przewalski, con la intención de ir aclimatando a la especie de nuevo a la
vida en libertad.
Los caballos se mantuvieron en estas reservas sin suplementos alimenticios y
con el mínimo de intervención humana, con el propósito de que adquiriesen un
repertorio de comportamientos más natural y cercano al que habrían de
emplear en estado salvaje. Los resultados fueron bastante exitosos.
Las segundas y terceras generaciones nacidas en las reservas pronto
estuvieron en buenas condiciones para ser reintroducidas.
Se eligió para la reintroducción la reserva natural de Hustain Nuruu,
próxima a Ulan Bator, capital de Mongolia.
Los primeros llegaron allí en Junio de 1992. Hábitat; estepas llanas,
semidesiertos.
El apareamiento ocurre generalmente en primavera. La gestación dura 340
días, nace una sola cría que es amamantada durante 6 meses.
Se alimenta de hierbas frescas, heno de buena calidad, alfalfa fresca,
cereales, concentrados, zanahorias, remolacha forrajera, manzanas, Sauce,
álamo, abedul, haya, aliso, fresno...
Tiene actividad diurna, es un corredor veloz y resistente. Normalmente forma
pequeñas manadas de yeguas dirigidas por un semental dominante que expulsa
de ella a los machos jóvenes y mantiene duros duelos con sementales
intrusos. La longevidad máxima es de 34 años.
Recomiendo a quien tenga posibilidad, acercarse a La Cuniacha, para ver a estos ejemplares tan escasos en un hábitat parecido al suyo y en semilibertad. El parque merece la pena no sólo por estos caballos, sino por otros muchos animales en estupendas instalaciones y en un marco incomparable, escondido entre las montañas del Pirineo.