Nació el 18 de Mayo de 2003. Una potrilla preciosa roja clara con una franja ancha blanca que le terminaba antes de llegar al morro. (Perdonad que mi lenguaje no sea muy técnico pero es como lo decimos aquí).
Cuando subí a la finca, noté que algo andaba mal. Andaba detrás de su madre como un perrito pero con las patas temblorosas y con la cabeza gacha. Me dí cuenta que no mamaba. La yegua, muy tímida y asustadiza, no se estaba quieta porque había un tractor cerca y esas yeguas pocas veces han visto un cacharro semejante. La yegua, si ya de por sí es nerviosa, imaginaos, estaba frenética.
Para no enrollarme mucho, diré que al final de muchos esfuerzos la potra pilló la teta y la oímos succionar. Estuvo un mes pegada a la madre, metida por la cola todo el rato.
A mediados de junio, recibió una patada de alguna otra y tenía un golpe morado. Sólo quedaba esperar qué sucedía. Se quedó muy pequeñita en comparación con los demás y creí que se moría. Tardo mucho en recuperarse pero el 22 de Agosto la ví y estaba muy guapa. Jugaba y se alejaba para investigarlo todo.
Ayer no la encontramos. Vimos a su madre y a todas las de su bando pero ella no estaba. Tampoco encontramos que estuviera muerta pero lo más seguro es que eso es lo que haya pasado. Es muy raro que con tres meses y medio sobreviva sola.
Tuvo mala suerte desde que nació y ojalá ahora le vaya mejor, donde quiera que esté.
No es bueno ser tan sensible cuando tienes caballos de monte pero no lo puedo evitar. He querido dedicar mi tiempo y el vuestro para hablar de ella, para una potra simpática que se merecía mucho más.
Cuando subí a la finca, noté que algo andaba mal. Andaba detrás de su madre como un perrito pero con las patas temblorosas y con la cabeza gacha. Me dí cuenta que no mamaba. La yegua, muy tímida y asustadiza, no se estaba quieta porque había un tractor cerca y esas yeguas pocas veces han visto un cacharro semejante. La yegua, si ya de por sí es nerviosa, imaginaos, estaba frenética.
Para no enrollarme mucho, diré que al final de muchos esfuerzos la potra pilló la teta y la oímos succionar. Estuvo un mes pegada a la madre, metida por la cola todo el rato.
A mediados de junio, recibió una patada de alguna otra y tenía un golpe morado. Sólo quedaba esperar qué sucedía. Se quedó muy pequeñita en comparación con los demás y creí que se moría. Tardo mucho en recuperarse pero el 22 de Agosto la ví y estaba muy guapa. Jugaba y se alejaba para investigarlo todo.
Ayer no la encontramos. Vimos a su madre y a todas las de su bando pero ella no estaba. Tampoco encontramos que estuviera muerta pero lo más seguro es que eso es lo que haya pasado. Es muy raro que con tres meses y medio sobreviva sola.
Tuvo mala suerte desde que nació y ojalá ahora le vaya mejor, donde quiera que esté.
No es bueno ser tan sensible cuando tienes caballos de monte pero no lo puedo evitar. He querido dedicar mi tiempo y el vuestro para hablar de ella, para una potra simpática que se merecía mucho más.