Pedazo y querido Timón:
No mezcles las cosas. Cuando digo que es dificil que se seque mi yegua en invierno, no quiero decir que estando sudada y habiendole puesto dos mantas encima, no se seca. Lo que quiero decir es que en el pasado, cuando yo no esquilaba, si era imposible que se secase, y se quedaba humeda en la cuadra, ¡y sin mantas por favor!. Lo último que se me ocurre es ponerle una monta a un caballo sudado.
Eso era ANTES. AHORA, esquilo, la yegua se seca perfectamente, y una vez seca, le pongo sus mantitas (una o dos, dependiendo de la tempratura. La segunda si rondamos los 0º), y está la mar de bien calentita en su cuadra (no hay más que meter la mano entre la manta y su cuerpo), mientras sus compinches se quedan todos sudados, al frio de la noche (por la mañana al llegar, las mangueras suelen estar congeladas y no hay agua en los bebederos).
El tema del esquilado, nunca lo hago por motivos estéticos. Creo que ya expuse mis razones en este foro con anterioridad, pero lo voy a hacer de nuevo (por orden de importancia):
1.- El caballo esquilado suda menos.
2.- Si el caballo suda menos, cuando se está trabajando, se puede alargar más la sesión o hacerla más intensa frente a un caballo que no esté esquilado y sude más (probad a ir a correr en invierno con forro polar, y decidme si no os lo quitariais a partir del minuto 20 cuando ya entrais en calor).
3.- Si el caballo suda menos, pierde menos sales minerales, con lo cual todo lo que dependa de la presencia de sales minerales en el organismo (sistema nervioso, muscular, coordinación, etc), funciona mejor, se evitan lesiones, cansancio, accidentes...
4.- Si el caballo no tiene pelo, se seca antes al terminar la sesión de trabajo, y gracias a eso no tengo los problemas que TODOS los años tienen mis compinches con hongos, dorsos agarrotados despues de una noche de frío, etc.
5.- Cuando vuelve a crecer el pelo, queda mucho más bonito que si no se ha esquilado (esto no es muy importante, la verdad)
6.- Es más higienico, y es más fácil mantener limpio un caballo esquilado (tampoco es vital).
Hasta ahí las ventajas. Las desventajas son las siguientes:
1.- Hay que esquilar: requiere tener una esquiladora (son caras) y la paciencia (una buena tarde por delante, ¡o todo el día!).
2.- Generalmente hay que esquilar dos veces si hace mucho frío, porque el pelo crece.
3.- HAY QUE PONERLE AL CABALLO UNA MANTA EN EL BOX: lo escribo con mayúsculas, porque habrá a quien se le ocurra esquilar a un caballo y no ponerle manta, lo cual al caballo le hará una gracia de mil demonios (aparte de que le crece el pelo otra vez).
4.- Al salir del box, y mientras el caballo no ha calentado, hay que usar manta grupera, y para enfriar también.
5.- Tienes que estar pendiente de no ponerle la manta en la cuadra si no se ha secado antes (para eso estan las toallas que mamá deshecha por viejas, y las mantas de redecilla para evaporar el sudor).
6.- Si hace mucho frío, y le pones DOS mantas, mejor que una.
Yo tengo a mi caballo desde hace 5 años, y los 3 primeros no esquilé, y los 2 últimos si. Lo que puedo decir de cuando no esquilaba es que si montaba a las 8 de la tarde (noche en invierno), y el caballo sudaba, así se quedaba por mucho que frotases hasta el dia siguiente (la humedad es bestial). El caballo al sudar se sofocaba antes trabajando, y en general, tenía problemas con hongos, por más que me esforzaba en eliminar el sudor con toallas, cepillados, etc. Al final perdía más tiempo con los cuidados que me indicaba mi veterinario, que esquilando.
Desde que esquilo, es cierto que tengo que tomar más cuidado con el tema de poner quitar mantas, montar con manta grupera, etc etc, pero me compensa, porque mi caballo, en comparación con sus vecinos, pasa un invierno mejor (al menos no tiene hongos).
¿Que tal le sentará al dorso de un caballo pasar una noche mojado y con 3 o 4 grados de temperatura? Probad a ducharos con ropa, e ir a dormir al balcón de vuestra casa sin secaros, y al dia siguiente me lo contais.
Por otro lado, lo de la equitación bien analizado es un auténtico rollo. Ayer montando, me comían los tábanos, y mi yegua se puso tan nerviosa por las moscas y tábanos que era imposible que se concentrase en el trabajo. El calor es tan sofocante en verano que o montas antes de las 9 de la mañana o después de las 9 de la noche (el que se lo pueda permitir).
En invierno, llueve, con lo cual, si no tienes picadero cubierto, te mojas, y montas en picaderos embarrados con la consiguiente incomodidad y peligro de resbalón.
Y por si fuera poco, cuando no llueve, generalmente hace frío y a los dos minutos de manejar la cincha, silla, correas en general, tienes que meter las manos en los bolsillos para recuperar la sensibilidad.
Se salvan unas pocas semanas de primavera y otras de otoño, en los que la temperatura es buena.
Y la humedad. No os podeis imaginar lo que es la maldita humedad en galicia, donde los caballos tienen que llevar luces antiniebla para montar en picadero (es broma). Mi hípica, para más inri, tiene un río cerca, y como podeis imaginar, hay tanta agua en el aire como en el mismo río. Con deciros que hace dos años se heló y se podía pasar caminando de una orilla a otra (no a caballo por supuesto).
Y esto es todo: moraleja, voy a seguir jugando a la ONCE y a lotería primitiva, y cuando me toque me voy a montar una hípica para mi y mis amigos, como la de Casasnovas en Coruña (la del dueño de Inditex): con calefacción en los boxes, vehículos quitahielos para las calles entre picaderos, y por supuesto, ¡arena en los picaderos!
Solo espero que me toque antes de que mi yegua empiece a resentirse de estos suelos tan duros.
Un saludo
Sombragris.