Hola! Este mes he introducido una nueva actividad en la rutina de mi yegua, con dos objetivos principalmente: conocer nuevas rutas y trabajar su resistencia/fondo. Llevamos dos rutas larguitas (25 km de media) y físicamente las terminó genial, con buen paso todo el rato y ganas de galopar sin parar.
Sin embargo, sobre todo en la última, me costó controlarla porque se calienta mucho cuando vienen caballos por detrás a todo galope y se pica con todos, hasta el punto de que me tengo que poner detrás de otro caballo para frenarla o girarla para sacarla del camino y que frene. Total, que al final ella terminó cabreada porque no la dejaba correr y yo agotada de ir en tensión todo el rato. Confieso que en algún momento he sentido miedo.
Todo el mundo me dice que le tengo que poner un Pelham o un portugués para llevarla a estos eventos, de hecho era la única que iba con filete (bueno, había auténticas animaladas también) y que con el tiempo se irá a acostumbrando a los adelantamientos y estará más atenta a mis ayudas, menos nerviosa por correr.
Pero no sé hasta qué punto vamos a sacar algo en limpio alguna de las dos. Yo disfruto del campo en petit comité, sola o con 2-3 caballos más, cuando ella está conmigo y baja el ritmo con tan solo silbarle o bloquear un poco el asiento, y esto me está generando un poco de estrés. Por otro lado, estoy conociendo sitios superchulos y ella se está desensibilizando mucho a factores externos (tráfico, bicis, puentes de piedra sobre el río, acequias, fuentes, ovejas pastando en el huerto de una iglesia, cabras atadas a un poste… si es que se ve de todo en las aldeas, jajaja).
¿Cuál es vuestra experiencia en este tipo de eventos? ¿Creéis que merece la pena seguir insistiendo? Ahora mismo me planteo llevarla por algunos de esos caminos nuevos yo sola y tengo dudas de si conseguiré pararla si la pongo al galope… Creo que me estoy respondiendo a mí misma, pero me gustaría conocer vuestra opinión de estos eventos en cualquier caso.
Disculpad el rollo, mi intención era escribir una consulta corta…
Sin embargo, sobre todo en la última, me costó controlarla porque se calienta mucho cuando vienen caballos por detrás a todo galope y se pica con todos, hasta el punto de que me tengo que poner detrás de otro caballo para frenarla o girarla para sacarla del camino y que frene. Total, que al final ella terminó cabreada porque no la dejaba correr y yo agotada de ir en tensión todo el rato. Confieso que en algún momento he sentido miedo.
Todo el mundo me dice que le tengo que poner un Pelham o un portugués para llevarla a estos eventos, de hecho era la única que iba con filete (bueno, había auténticas animaladas también) y que con el tiempo se irá a acostumbrando a los adelantamientos y estará más atenta a mis ayudas, menos nerviosa por correr.
Pero no sé hasta qué punto vamos a sacar algo en limpio alguna de las dos. Yo disfruto del campo en petit comité, sola o con 2-3 caballos más, cuando ella está conmigo y baja el ritmo con tan solo silbarle o bloquear un poco el asiento, y esto me está generando un poco de estrés. Por otro lado, estoy conociendo sitios superchulos y ella se está desensibilizando mucho a factores externos (tráfico, bicis, puentes de piedra sobre el río, acequias, fuentes, ovejas pastando en el huerto de una iglesia, cabras atadas a un poste… si es que se ve de todo en las aldeas, jajaja).
¿Cuál es vuestra experiencia en este tipo de eventos? ¿Creéis que merece la pena seguir insistiendo? Ahora mismo me planteo llevarla por algunos de esos caminos nuevos yo sola y tengo dudas de si conseguiré pararla si la pongo al galope… Creo que me estoy respondiendo a mí misma, pero me gustaría conocer vuestra opinión de estos eventos en cualquier caso.
Disculpad el rollo, mi intención era escribir una consulta corta…