Hola a todos.
Si ya es difícil tenerlos en la mano, o en las piernas, que ya es el la releche sin que se escapen, durante un rato...pongamos 5 minutos, imagínate 7-8 horas, como nos cuentas.
En rutas, paseos, en trabajo con ganado, en actividades muy largas, yo no buscaría ese contacto tan preciso (de suavidad porque se nos eche en los pies y nos suba su nuca, con su dorso redondito y la mandíbula complaciente) durante mucho tiempo, tan sólo en los momentos necesarios o para comerle un poco el coco al jaco.
Para esa puesta en mano hace falta que el caballo esté muy pero que muy preparado. Si lo tenemos, esa presión tan larga acabará por fastidiarlo. Dar y tomar, ceder y recoger, sumar y restar...ojú chiquillo con la filosofía...jajajajajaja.
Particularmente, suelo dejar que alarguen a media altura el cuello, que adelanten algo la nariz, y mantener esa especie de contacto, pero sin presión, durante el mayor tiempo posible. Imaginaros un paso largo de doma clásica, pero con el cuello algo más elevado y la nariz algo más recogida. Como si fueran caballos de las películas western que van por medio del desierto...jajajaja.
Cuando es necesario, se tensa un poco la espalda, se abraza al caballo con las piernas y se empieza a coger un poco más de contacto, y por ese orden, para que no pegue cabezazos y vaya aceptando su nueva colocación. Cuando ya no me es necesario esa "postura", vuelta al relax con ese "contacto" suavón...
Saludos.