Hola de nuevo. Ya os comenté que soy novata, llevo unos seis meses montando, más o menos una hora por semana. Hace ya aproximadamente un mes que vamos probando galope en clase, desde trote sentado o desde paso. me sale regular, me cae al trote, a veces no sale...hasta aquí lo normal.Es un caballo de 19 años, de escuela, tranquilo, que má bien cuesta de activar que otra cosa.
Ayer en clase, el caballo cuando empecé el galope se me arrancó muy muy rápido. Ni sé cómo lo paré. Parecía que se hubiera sustado con algo. Seguimos un rato bien y me lo volvió a hacer. Y después de un poco, una tercera vez, ya totalmente descontrolado. Hizo un salto de esos que dan como una patada en el aire con las patas traseras y siguió a toda velocidad. Logré pararlo junto a la valla. La verdad es que esta tercera vez fue muy fuerte y me quedé asustada. No sé cómo aguanté los tres envites y creo que la profesora también se quedó flipando de que no fuera al suelo. Se subió ella, lo calmó un poco y luego yo hice un poco de paso y trote levantado.
Me ha quedado un gusto agridulce. De un lado contenta de haber sabido sentarme hacia atrás, apretar piernas y tirar de las riendas y no caerme. Pero de otro, como inseguridad de que un caballo tranquilo se te arranque de esa manera sin ninguna razón aparente. La profesora me aseguró que yo no había hecho nada raro ni mal para que pasara. La verdad es que no entiendo de caballos y es posible que sea un cosa tan normal, pero yo me siento extraña.
Ya me diréis vosotros que sabéis muchísimo más.
Ayer en clase, el caballo cuando empecé el galope se me arrancó muy muy rápido. Ni sé cómo lo paré. Parecía que se hubiera sustado con algo. Seguimos un rato bien y me lo volvió a hacer. Y después de un poco, una tercera vez, ya totalmente descontrolado. Hizo un salto de esos que dan como una patada en el aire con las patas traseras y siguió a toda velocidad. Logré pararlo junto a la valla. La verdad es que esta tercera vez fue muy fuerte y me quedé asustada. No sé cómo aguanté los tres envites y creo que la profesora también se quedó flipando de que no fuera al suelo. Se subió ella, lo calmó un poco y luego yo hice un poco de paso y trote levantado.
Me ha quedado un gusto agridulce. De un lado contenta de haber sabido sentarme hacia atrás, apretar piernas y tirar de las riendas y no caerme. Pero de otro, como inseguridad de que un caballo tranquilo se te arranque de esa manera sin ninguna razón aparente. La profesora me aseguró que yo no había hecho nada raro ni mal para que pasara. La verdad es que no entiendo de caballos y es posible que sea un cosa tan normal, pero yo me siento extraña.
Ya me diréis vosotros que sabéis muchísimo más.