El dopaje está de moda. Constantemente nos llegan noticias por prensa y televisión de como grandes atletas, grandes deportistas caen en desgracia, por pecar de vanidad y ceder a la tentación de superar metas, de conquistar puntuaciones gracias a sustancias que alteran su estado físico.
Recordemos ciertas gimnastas de quince o dieciséis años con cuerpos totalmente infantiles, cuerpos que físicamente no superan los nueve; ciclistas que parecen sobrehumanos; atletas con cuerpos sansónicos, etc.
La definición de dopaje es muy estricta y severa. Se considera dopaje a cualquier sustancia que altere la evolución y estado natural. Así pues si estamos constipados una simple aspirina da positivo en un control antidopaje.
Federaciones y jueces deportivos están tomando medidas para frenar el uso y abuso de ciertas sustancias.
Evidentemente, en el deporte de la hípica y en el juego del polo también existe. Como proteccionista, el problema me preocupa muchísimo, ya que del dopaje al cual me voy a referir es el dopaje en caballos.
Antes de proseguir con este artículo, desearía dejar bien claro que las siguientes denuncias y hechos son verídicos. No son supuestos. Lo que no me gustaría es caer en palabras de carácter sensacionalista, ni siquiera que se tomara como un tema personal.
Todo el equipo de Fundación Altarriba / ADE, esta involucrado, tanto en el grupo ejecutivo como voluntarios han presenciado, han vivido y han denunciado sucesos muy preocupantes. Mi artículo no es una denuncia generalizada a los practicantes de la hípica, sino sólo a algunos desaprensivos. Gracias a Dios no es la tónica general.
La mayoría de los jinetes tanto amateurs como profesionales son amantes de los caballos y del trabajo bien hecho. Pero hay ?esos? otros casos, donde el caballo es sólo una herramienta más, dónde el animal se usa, hasta romperlo, como si de una bicicleta se tratara.
Pero centrémonos en el dopaje. Según la modalidad, las sustancias son de una naturaleza u otra. Depende del ejercicio y del carácter del caballo, si se quiere tranquilizarlo o por el contrario excitarlo. Para los deportes hípicos en que se necesite una fuerza y un fondo físico importante se utilizan estimulantes cardíacos y respiratorios como la cafeína, la efedrina, la teofilina, o incluso la cocaína que pueden provocar alteraciones respiratorias y cardíacas provocando serias alteraciones respiratorias y cardíacas causando en casos extremos la muerte del caballo.
También se utilizan anabolizantes y complejos vitamínicos fuertísimos para conseguir una mejor forma física en potros alterando peligrosamente el crecimiento natural del animal.
Analgésicos y antiinflamatorios para evitar el dolor, disfrazar las lesiones y evitar tener que dejar descansar al caballo. La manipulación de éstas y otras sustancias siempre tienen un final negativo para el animal. En el mejor de los casos provoca un sistema nervioso alterado, el sistema cardíaco enfermo, cojeras crónicas.... y en el peor de los casos la muerte.
Evidentemente, aquel jinete que utiliza cualquier sustancia para mejorar el rendimiento de su caballo está cometiendo una falta grave. Primero, como deportista, traicionando no sólo las bases elementales de la competición, sino también a sus adversarios; segundo, demostrando una total falta de ética y moral y sensibilidad hacia el animal.
Inyección en vena
En hipódromos, es donde encontramos un control más exhaustivo. Los caballos se ubican en recintos cerrados y vigilados. Las analíticas son algo normal.
¿Pero qué pasa con las carreras que se organizan en fiestas o ferias?. ¿Existe algún control antidopaje? Me consta que en algún caso, la propia organización ha ordenado algún control, cargando ellos mismos con los gastos. Los resultados han sido preocupantes.
Cuando hablamos de maratones a caballo hablamos de ?RAID?. Pruebas de resistencia que van desde recorridos de 40 a 160 Km. Es lógico pensar que para tal esfuerzo el entreno del caballo ha de ser progresivo, constante y equilibrado. Son años de entreno y dedicación. ¿Por qué, pues cada vez más encontramos potros corriendo las grandes pruebas de 80 y 160 km? Los años de preparación, no caben en tan cortas edades. ¿Será esa una de las razones del porqué últimamente mueren tantos caballos en esta modalidad? Los propios jinetes y los controles veterinarios deberían ser más estrictos a la hora de juzgar si un caballo puede seguir compitiendo.
Y hablando de prudencia y bien hacer, algún jinete del equipo español de raid debería esforzarse en ello. Sobre todo, porque la osadía de unos pocos está perjudicando la imagen de todo un equipo.
En los Juegos Ecuestres Mundiales de mayo de 2003 en Jerez de la Frontera, muere el caballo ?Sir Fire?, corría por primera vez la prueba de 160 km. En Santa Susana el 6-7 de Diciembre de 2003 mueren otros dos caballos. En Manlleu, en el Camp d´Espanya, fallece ?Tuareg?. En el Campeonato del Mundo junior de Raid del 2003 fallece la yegua ?Saukira?. Otro caso tras haberse proclamado Campeón del Mundo, da positivo en el control antidopaje, con la consiguiente vergüenza y descrédito para nuestro país al serle retirado el título. En Valladolid, en un Campeonato regional por equipos muere otro caballo.
Inyección intramuscular
¿Qué está pasando? Imagino que la indignación de los que no utilizan tales métodos.
No sólo quiero hacer hincapié en casos tan alarmantes como la muerte, también hay que reflexionar en todos los abusos de antiinflamatorios e infiltraciones que se utilizan diariamente en todas las modalidades, tanto en el salto, como en doma, como en el completo, polo, etc...
Y lo más penoso es que incluso en pruebas de poca relevancia como puede ser un inter-clubs o un social, también encontramos casos de dopaje.
Insisto, que gracias a Dios, no todos los jinetes usan estos métodos. Suelen ser siempre los mismos y lo que más me sorprende es con la naturalidad que lo aceptan.
Y si de abusos hablamos, también debería mencionar los malos tratos y torturas, a la que someten ciertos jinetes a sus caballos. Barrear con barras de hierro, colocar chinchetas y/o cristalitos en las vendas empapadas de aguarrás, clavos o chinchetas en barras de salto, descargas eléctricas, golpes en la cabeza, palizas indescriptibles, etc... ¿Cuándo aprenderán ciertos jinetes que para someter al caballo vale más la maestría y el convencimiento que la tortura y la fuerza bruta? Y me refiero a verdaderas palizas, no simples fustazos. Algún jinete extranjero ya ha sido sancionado por utilizar tan viles métodos.
Vuelvo a insistir en que el entreno del animal es importantísimo, no se puede conseguir una buena forma física, ni buenos resultados si se le exige más de los que puede dar el caballo.
Así debería suceder con el juego del polo. Las jacas tienen que estar y tener un gran entreno. Según uno de los mejores jinetes de polo, el caballo ha de ser sensible y fuerte, rápido en distancias cortas y resistente para aguantar corriendo los 7 minutos que dura un tiempo (Chukker). Se juegan hasta 8 chukkers con intervalos de 3 minutos de descanso. En los torneos que duran varios días, se suceden las lesiones. Lógico, el juego es duro, tanto para jinetes como para caballos. Al acabar un partido podemos encontrar jacas extenuadas, con golpes y cojeras. Algunos de ellos (e insisto) algunos, mágicamente al día siguiente están recuperados, frescos y con una actitud más que activa para volver a jugar. Milagroso ¿no?
En ocasiones, hay jacas que vuelven a los boxes con la boca sangrando y terribles golpes. Apenas pueden correr ni moverse. Al día siguiente son otras, renovadas completamente. Desgraciadamente mi curiosidad, me ha llevado a revolver en las basuras de los boxes, y el resultado ha sido que ahí estaban las jeringuillas. ¿Qué pasa que en el polo no existen controles antidopaje?.
Cuando hablas con personas vinculadas al mundo de la hípica, muchas te contestan que estos métodos han existido siempre. Bueno ¿Y? creo que es hora de que ?estas situaciones? cambien. Gracias a Dios, la sensibilidad hacia los animales está cambiando. Cada vez somos más los que opinamos que las cosas se deben hacer de otra manera. Las federaciones empiezan a preocuparse. Pero debería preocuparles aún más. El prestigio de nuestros representantes hípicos está en juego. Deberían ser tajantes y no dejar que nos miren con recelo.
Respecto a los malos tratos, en la Fundación Altarriba / ADE, se están amontonado las denuncias y los avisos. Evidentemente, algo ocurre, en algo estamos avanzando. El propietario que pega una tremenda paliza a su caballo, el que lo golpea en la cabeza, el que lo pega con una manguera hasta dejarlo tumbado en el suelo, el que utiliza clavos en la barra para que al tocarla se hiera y salte más, al que se le administra cocaína hasta que el corazón le reviente etc, etc... ya no deja impasibles a los que le rodean. La gente incluyendo, evidentemente, a otros jinetes ya no se callan.
Hace falta más jueces éticos, más jueces de disciplina, y que éstos actúen. Hacen falta más controles antidopaje y que organizaciones y federaciones los exijan en los caballos que mueren durante la competición. Hace falta una regulación de bocados, hacen falta recintos cerrados y controlados durante las competiciones. Hace falta involucrarnos todos para mejorar ciertas situaciones y no pagar justos por pecadores.
A todos aquéllos que están trabajando bien a sus caballos, a los que los cuidan, a todos los jinetes (que son la mayoría) que también se escandalizan con tan penosas situaciones, sólo quiero apoyarlos y alentarlos a que entre todos consigamos mejorar la situación a algunos caballos.
Mientras tanto, que sepan que cuentan con nuestra ayuda y apoyo. Porque nosotros no nos callaremos.
Esto es un reportage muy interesante creado por Stella Folch-Rusiñol
Fundación Altarriba / ADE
¿Me gustaria saber buestros comentarios?
Saludos.
"El cariño que te brinda el caballo es mas fuerte que el de un amigo, el Caballo no analiza, Siente"
Recordemos ciertas gimnastas de quince o dieciséis años con cuerpos totalmente infantiles, cuerpos que físicamente no superan los nueve; ciclistas que parecen sobrehumanos; atletas con cuerpos sansónicos, etc.
La definición de dopaje es muy estricta y severa. Se considera dopaje a cualquier sustancia que altere la evolución y estado natural. Así pues si estamos constipados una simple aspirina da positivo en un control antidopaje.
Federaciones y jueces deportivos están tomando medidas para frenar el uso y abuso de ciertas sustancias.
Evidentemente, en el deporte de la hípica y en el juego del polo también existe. Como proteccionista, el problema me preocupa muchísimo, ya que del dopaje al cual me voy a referir es el dopaje en caballos.
Antes de proseguir con este artículo, desearía dejar bien claro que las siguientes denuncias y hechos son verídicos. No son supuestos. Lo que no me gustaría es caer en palabras de carácter sensacionalista, ni siquiera que se tomara como un tema personal.
Todo el equipo de Fundación Altarriba / ADE, esta involucrado, tanto en el grupo ejecutivo como voluntarios han presenciado, han vivido y han denunciado sucesos muy preocupantes. Mi artículo no es una denuncia generalizada a los practicantes de la hípica, sino sólo a algunos desaprensivos. Gracias a Dios no es la tónica general.
La mayoría de los jinetes tanto amateurs como profesionales son amantes de los caballos y del trabajo bien hecho. Pero hay ?esos? otros casos, donde el caballo es sólo una herramienta más, dónde el animal se usa, hasta romperlo, como si de una bicicleta se tratara.
Pero centrémonos en el dopaje. Según la modalidad, las sustancias son de una naturaleza u otra. Depende del ejercicio y del carácter del caballo, si se quiere tranquilizarlo o por el contrario excitarlo. Para los deportes hípicos en que se necesite una fuerza y un fondo físico importante se utilizan estimulantes cardíacos y respiratorios como la cafeína, la efedrina, la teofilina, o incluso la cocaína que pueden provocar alteraciones respiratorias y cardíacas provocando serias alteraciones respiratorias y cardíacas causando en casos extremos la muerte del caballo.
También se utilizan anabolizantes y complejos vitamínicos fuertísimos para conseguir una mejor forma física en potros alterando peligrosamente el crecimiento natural del animal.
Analgésicos y antiinflamatorios para evitar el dolor, disfrazar las lesiones y evitar tener que dejar descansar al caballo. La manipulación de éstas y otras sustancias siempre tienen un final negativo para el animal. En el mejor de los casos provoca un sistema nervioso alterado, el sistema cardíaco enfermo, cojeras crónicas.... y en el peor de los casos la muerte.
Evidentemente, aquel jinete que utiliza cualquier sustancia para mejorar el rendimiento de su caballo está cometiendo una falta grave. Primero, como deportista, traicionando no sólo las bases elementales de la competición, sino también a sus adversarios; segundo, demostrando una total falta de ética y moral y sensibilidad hacia el animal.
Inyección en vena
En hipódromos, es donde encontramos un control más exhaustivo. Los caballos se ubican en recintos cerrados y vigilados. Las analíticas son algo normal.
¿Pero qué pasa con las carreras que se organizan en fiestas o ferias?. ¿Existe algún control antidopaje? Me consta que en algún caso, la propia organización ha ordenado algún control, cargando ellos mismos con los gastos. Los resultados han sido preocupantes.
Cuando hablamos de maratones a caballo hablamos de ?RAID?. Pruebas de resistencia que van desde recorridos de 40 a 160 Km. Es lógico pensar que para tal esfuerzo el entreno del caballo ha de ser progresivo, constante y equilibrado. Son años de entreno y dedicación. ¿Por qué, pues cada vez más encontramos potros corriendo las grandes pruebas de 80 y 160 km? Los años de preparación, no caben en tan cortas edades. ¿Será esa una de las razones del porqué últimamente mueren tantos caballos en esta modalidad? Los propios jinetes y los controles veterinarios deberían ser más estrictos a la hora de juzgar si un caballo puede seguir compitiendo.
Y hablando de prudencia y bien hacer, algún jinete del equipo español de raid debería esforzarse en ello. Sobre todo, porque la osadía de unos pocos está perjudicando la imagen de todo un equipo.
En los Juegos Ecuestres Mundiales de mayo de 2003 en Jerez de la Frontera, muere el caballo ?Sir Fire?, corría por primera vez la prueba de 160 km. En Santa Susana el 6-7 de Diciembre de 2003 mueren otros dos caballos. En Manlleu, en el Camp d´Espanya, fallece ?Tuareg?. En el Campeonato del Mundo junior de Raid del 2003 fallece la yegua ?Saukira?. Otro caso tras haberse proclamado Campeón del Mundo, da positivo en el control antidopaje, con la consiguiente vergüenza y descrédito para nuestro país al serle retirado el título. En Valladolid, en un Campeonato regional por equipos muere otro caballo.
Inyección intramuscular
¿Qué está pasando? Imagino que la indignación de los que no utilizan tales métodos.
No sólo quiero hacer hincapié en casos tan alarmantes como la muerte, también hay que reflexionar en todos los abusos de antiinflamatorios e infiltraciones que se utilizan diariamente en todas las modalidades, tanto en el salto, como en doma, como en el completo, polo, etc...
Y lo más penoso es que incluso en pruebas de poca relevancia como puede ser un inter-clubs o un social, también encontramos casos de dopaje.
Insisto, que gracias a Dios, no todos los jinetes usan estos métodos. Suelen ser siempre los mismos y lo que más me sorprende es con la naturalidad que lo aceptan.
Y si de abusos hablamos, también debería mencionar los malos tratos y torturas, a la que someten ciertos jinetes a sus caballos. Barrear con barras de hierro, colocar chinchetas y/o cristalitos en las vendas empapadas de aguarrás, clavos o chinchetas en barras de salto, descargas eléctricas, golpes en la cabeza, palizas indescriptibles, etc... ¿Cuándo aprenderán ciertos jinetes que para someter al caballo vale más la maestría y el convencimiento que la tortura y la fuerza bruta? Y me refiero a verdaderas palizas, no simples fustazos. Algún jinete extranjero ya ha sido sancionado por utilizar tan viles métodos.
Vuelvo a insistir en que el entreno del animal es importantísimo, no se puede conseguir una buena forma física, ni buenos resultados si se le exige más de los que puede dar el caballo.
Así debería suceder con el juego del polo. Las jacas tienen que estar y tener un gran entreno. Según uno de los mejores jinetes de polo, el caballo ha de ser sensible y fuerte, rápido en distancias cortas y resistente para aguantar corriendo los 7 minutos que dura un tiempo (Chukker). Se juegan hasta 8 chukkers con intervalos de 3 minutos de descanso. En los torneos que duran varios días, se suceden las lesiones. Lógico, el juego es duro, tanto para jinetes como para caballos. Al acabar un partido podemos encontrar jacas extenuadas, con golpes y cojeras. Algunos de ellos (e insisto) algunos, mágicamente al día siguiente están recuperados, frescos y con una actitud más que activa para volver a jugar. Milagroso ¿no?
En ocasiones, hay jacas que vuelven a los boxes con la boca sangrando y terribles golpes. Apenas pueden correr ni moverse. Al día siguiente son otras, renovadas completamente. Desgraciadamente mi curiosidad, me ha llevado a revolver en las basuras de los boxes, y el resultado ha sido que ahí estaban las jeringuillas. ¿Qué pasa que en el polo no existen controles antidopaje?.
Cuando hablas con personas vinculadas al mundo de la hípica, muchas te contestan que estos métodos han existido siempre. Bueno ¿Y? creo que es hora de que ?estas situaciones? cambien. Gracias a Dios, la sensibilidad hacia los animales está cambiando. Cada vez somos más los que opinamos que las cosas se deben hacer de otra manera. Las federaciones empiezan a preocuparse. Pero debería preocuparles aún más. El prestigio de nuestros representantes hípicos está en juego. Deberían ser tajantes y no dejar que nos miren con recelo.
Respecto a los malos tratos, en la Fundación Altarriba / ADE, se están amontonado las denuncias y los avisos. Evidentemente, algo ocurre, en algo estamos avanzando. El propietario que pega una tremenda paliza a su caballo, el que lo golpea en la cabeza, el que lo pega con una manguera hasta dejarlo tumbado en el suelo, el que utiliza clavos en la barra para que al tocarla se hiera y salte más, al que se le administra cocaína hasta que el corazón le reviente etc, etc... ya no deja impasibles a los que le rodean. La gente incluyendo, evidentemente, a otros jinetes ya no se callan.
Hace falta más jueces éticos, más jueces de disciplina, y que éstos actúen. Hacen falta más controles antidopaje y que organizaciones y federaciones los exijan en los caballos que mueren durante la competición. Hace falta una regulación de bocados, hacen falta recintos cerrados y controlados durante las competiciones. Hace falta involucrarnos todos para mejorar ciertas situaciones y no pagar justos por pecadores.
A todos aquéllos que están trabajando bien a sus caballos, a los que los cuidan, a todos los jinetes (que son la mayoría) que también se escandalizan con tan penosas situaciones, sólo quiero apoyarlos y alentarlos a que entre todos consigamos mejorar la situación a algunos caballos.
Mientras tanto, que sepan que cuentan con nuestra ayuda y apoyo. Porque nosotros no nos callaremos.
Esto es un reportage muy interesante creado por Stella Folch-Rusiñol
Fundación Altarriba / ADE
¿Me gustaria saber buestros comentarios?
Saludos.
"El cariño que te brinda el caballo es mas fuerte que el de un amigo, el Caballo no analiza, Siente"