Como dice el compañero, si vas en un grupo y todos salen galopando, es muy dificil que uno no lo haga, pues la tendencia del caballo es a seguir al grupo. No solo es por salir corriendo. Si ellos siguen andando y tu te paras, veras que tu yegua hace lo imposible por irse con ellos, y solo han seguido andando. Eso se llama querencia, y lo tienen todos los caballos, unos mas y otros menos. La doma que tengan también influye en el control, pues lo que hacemos es oponernos claramente a su voluntad de irse hacia el resto, es decir, es un enfrentamiento directo con el caballo, y aquí solo ganamos si el caballo esta bien domado en este aspecto. haya quien lo llama doma de querencia, y se produce tanto hacia otros animales, como hacia la cuadra, porque no se si habras comprobado que hay caballos que cuando saben que van a la cuadra se vuelven poco menos que incontrolables, y se dice muy facil da la vuelta y ponte a andar en dirección contraria, porque algunos empiezan retrotandose, poniendose de lado, y si le intentas dar la vuelta amenazan incluso con botarse (todo esto lo he visto muchas veces y en muchos caballos).
La solución, o mejor dicho, una solución, la mas "suave" es acostumbrar a tu caballo a que camine solo dejando que los caballos se vayan alejandose poco a poco, cada día un poco mas, y un trayecto mas largo, al paso. Luego empiezas a que los demas troten un poco y tu retienes al tuyo un poquito. cuando controles esto, lo mismo al galope. siempre de menos a mas y siempre poquito a poco. Llega el momento que le da igual lo que hagan los demás. para eso desde luego tienes que contar con la colaboración de tus compañeros y por lo que parecen no son muy solidarios y no tienen mucha idea cuando hacen eso y te dejan por detras. Habla con ellos, cuentale el problema y hazles ver que lo mismo le pasaría a cualquiera de ello y cuando quieras se lo demuestras.
Este metodo se acelera bastante en caballos que frecuentan romerías, ya que hay tal "trafico" de caballos en todas direcciones que acaban ocupandose solo de ellos mismos.
Otra solución, que no te aconsejo, es que te enfrentes directamente al caballo, que te opongas a el con todos tus recursos e intentes ganarle la partida, pero si lo intentas, mejor que no ceses en el empeño hasta que lo consigas, porque si no se habra salido con la suya y es todavía peor. Por eso digo que esta solución no te la aconsejo.
Un saludo desde Huelva.