Totalmente de acuerdo con lo que se dice (ya hace tiempo de este post, pero lo he leído hoy...), solo añadiría alguna perspectiva más como veterinario quiropráctico:
Dentro de la musculatura del dorso están los grandes músculos como los longísmos, que vemos y palpamos a los lados de la columna, y luego hay muchos pequeños músculos que unen cada vértebra con la siguiente y la anterior; estos (un ejemplo son los multífidos) evidentemente no se ven y son pequeños pero tienen una gran importancia por que son lo que se conoce como músculos estabilizadores y propioceptivos, por lo que también se les llama músculos cibernéticos. Su función es estabilizar la columna evitando desalineaciones e informar al cerebro de que en posición está la columna en cada momento en lo que se conoce como propiocepción, de vital importancia para cualquier atleta. Más info de propiocepción equina la dejó en este
enlace.
Los trabajos como los descritos mejoran los grandes bloques musculares del dorso y abdominales (totalmente de acuerdo con las ideas que ponéis, la clave no es trabajar dorso sino disponer de un trabajo equilibrado dorso
versus abdominales). Hoy día se sabe (ampliamente demostrado en deportistas humanos y ya con algunos estudios en USA en caballos de deporte con resultados prometedores), que para sacar el máximo potencial de cada caballo hay que trabajar tanto esos músculos como los multífidos y otros estabilizadores de tipo cibernético. Lamentablemente son músculos tan pequeños y profundos que no se consiguen trabajar si no es con ejercicios muy concretos, lo que se conoce como entrenamiento del núcleo (core training en inglés, aquí os dejo un
enlace con más info) o lo que podríamos decir que es una adaptación de ejercicios de pilates a caballos, por resumirlo de alguna manera. Se trata de movilizaciones dinámicas que actúan, en función de la variante elegida sobre esos musculitos en diferentes tramos de la columna, por lo que es muy adecuado contar con un plan personalizado adaptado a cada caballo y no basarse en protocolos generalistas (el hágalo usted mismo de "san google"), ya que en función de los tramos de la columna que tengan más restricciones de movilidad (que previamente deberían liberarse con las técnicas quiroprácticas adecuadas), el veterinario quiropráctico puede recomendar incidir más en unos ejercicios que en otros, de manera que se incremente la eficiencia de las movilizaciones. También es muy adecuado revisar los planes de core cada 4-5 meses, pues según la fase de entrenamiento en la que está cada caballo (y otros muchos factores...), la columna puede estar más "necesitada" en un tramo que en otro y esto es dinámico y evoluciona.
En la práctica una buena pauta de core puede llevar unos 10 minutos después del trabajo habitual y vale la pena. Los estudios publicados por la Dra. Clayton, además de mostrar que el volumen de estos músculos se incrementó mucho tras tres meses de trabajo (medido por ecografía, pues no se pueden palpar), incluían encuestas a entrenadores y jinetes, concluyendo todos que sus sensaciones de impulsión y capacidad de reunión, así como la capacidad de realizar determinados ejercicios de doma, habían mejorado mucho en los equinos en los que se aplicó el plan con respecto a aquellos en los que se aplicó.
Por último, aclarar que movilizaciones dinámicas no son estiramientos, en estos últimos (pensar cuando cogemos una extremidad del caballo y la extendemos) el músculo trabaja pasivamente estirándose frente a la tracción que le damos nosotros; en la movilización pasiva el caballo sigue un premio (o no, lo he visto hacer premiando con cliker por ejemplo) y son sus músculos (multífidos en ese caso), los que trabajan activamente.