Luis Ramos Paul
Condiciones para ser jinete:
Si puedes ver desecho al caballo de tu vida
Y perder en un instante cuanto le enseñastes, y mas,
Y ahogando hasta el suspiro del alma dolorida,
Sin lamentaciones y con “otro” volver a comenzar.
Si sabes amarlo, sin enloquecer de amor;
Y aciertas a ser fuerte, sin endurecer la voz,
Y atrevido y valiente, mas temerario no;
Y criticado, a los que te critican consigues tu no odiar,
Y puedes sin odiarlos, defenderte y luchar;
Si soportar consigues que todas tus lecciones
Aunque torcidas sean por la envidia y el mal,
U aun viendo a la mentira ganar los corazones,
Te abroquelas el alma y no “desmontas jamás”;
Si aciertas a ser digno sin dejar de ser llano;
Y sentirte caballero sin sentir la vanidad;
Si en silencio meditas, y observas y comprendes
Sin acabar en escéptico ni en frió equitador.
Si logras al sentarte en un caballo bueno,
Sin sentir por ello, la estupida fatuidad;
Si consigues que tu mano, ni sea blanda ni sea dura,
¡Sino firme! ¡Más no más!
Si puedes que tus piernas no opriman sus costados,
Sino que sirvan de abrigo, guía y amistad
Si mantener puedes la posición erguida,
Cuando a tu lado otros la sintieran perder.
Y si derrotado te levantas y de nuevo montas,
Convirtiendo en victoria lo que derrota fue,
Y ambas cosas acoge, sabiendo que son falsas,
Con la misma cadencia de buen “Piaffe’r”,
Y con el mismo “son” de un buen beber;
Los dioses y los reyes, la suerte;
La victoria y el olimpo,
Habrás por siempre rendido
Y valdrás ……más que valen el poder y la gloria;
Porque serás jinete ¡hijo mío!
Condiciones para ser jinete:
Si puedes ver desecho al caballo de tu vida
Y perder en un instante cuanto le enseñastes, y mas,
Y ahogando hasta el suspiro del alma dolorida,
Sin lamentaciones y con “otro” volver a comenzar.
Si sabes amarlo, sin enloquecer de amor;
Y aciertas a ser fuerte, sin endurecer la voz,
Y atrevido y valiente, mas temerario no;
Y criticado, a los que te critican consigues tu no odiar,
Y puedes sin odiarlos, defenderte y luchar;
Si soportar consigues que todas tus lecciones
Aunque torcidas sean por la envidia y el mal,
U aun viendo a la mentira ganar los corazones,
Te abroquelas el alma y no “desmontas jamás”;
Si aciertas a ser digno sin dejar de ser llano;
Y sentirte caballero sin sentir la vanidad;
Si en silencio meditas, y observas y comprendes
Sin acabar en escéptico ni en frió equitador.
Si logras al sentarte en un caballo bueno,
Sin sentir por ello, la estupida fatuidad;
Si consigues que tu mano, ni sea blanda ni sea dura,
¡Sino firme! ¡Más no más!
Si puedes que tus piernas no opriman sus costados,
Sino que sirvan de abrigo, guía y amistad
Si mantener puedes la posición erguida,
Cuando a tu lado otros la sintieran perder.
Y si derrotado te levantas y de nuevo montas,
Convirtiendo en victoria lo que derrota fue,
Y ambas cosas acoge, sabiendo que son falsas,
Con la misma cadencia de buen “Piaffe’r”,
Y con el mismo “son” de un buen beber;
Los dioses y los reyes, la suerte;
La victoria y el olimpo,
Habrás por siempre rendido
Y valdrás ……más que valen el poder y la gloria;
Porque serás jinete ¡hijo mío!