De domar mis conocimientos son nulos, para qué nos vamos a engañar. Sin embargo hay una pauta general para todo aquél que algún día quiera llamarse jinete o amazona; y es el respeto al caballo.
No se debe emplear la violencia, pero tampoco digo que violencia sea un pequeño fustazo. Al fin y al cabo, un golpecito justo a tiempo evita males mayores.Al igual que nosotros debemos es respeto al caballo, él también nos debe de respetar, para que haya aromonía entre ambas partes. Pero aquí entra la parte más importante: el respeto no significa sumisió por temor; significa `sumisión´´ por admiración. Al caballo hay que enseñarle a confiar en nosotros, a que nos admire y a que quiera ayudarnos en lo que nos propongamos.
``Procura que el presente que contruyas se parezca al futuro que sueñas´´