No deberíamos confundir una montura de asiento profundo, moldeado, con una montura clásica, por mucho que se monte en ella nunca alcanzará el mismo asiento.
No podemos comparar una montura de paja empellejada con una de fibra, no tiene nada que ver, es otro mundo. Su aspecto exterior es parecido pero su comportamiento en la brega, su comodidad, la forma de montar, la durabilidad, el mantenimiento y otros cincuentamil factores más las hacen incomparables.
Por otra parte el placer subirse en algo con autenticidad, hecho a mano, a medida, creado para nosotros personalmente, con la exclusividad de que nunca hay dos iguales, disfrutando de un paseo por el campo como se hacía el siglo pasado.....es otro mundo, el romanticismo de la paja no lo puede alcanzar nada.
Compararíamos un hierro de fragua con uno de golpe de prensa? Pues esto es parecido, el verdadero aficionado valoramos mucho estas cositas. Llevar unas espuelas con cien años o un hierro de fragua de tu abuelo tiene un gran valor sentimental, rarezas de aficionado.....